La fotografía panorámica es realmente fascinante. Es la única que permite captar grandes espacios y luego observarlos de un modo casi idéntico al que percibes cuando estás allí. Aunque tiene cierta dificultad y requiere equipos especiales, es una técnica apasionante y el resultado, si está bien conseguido, merece -y mucho- la pena.

Puente del Milenio

Un poco de historia

Cuál fue la primera cámara panorámica y quien el primero que tuvo la idea es algo que todavía genera debate entre los historiadores especializados. Parece ser que el primero de todos fue Joseph Puchberger, de Retz, Austria, quien patentó una cámara de lentes giratorias que utilizaba placas de daguerrotipo de entre 19 y 24 pulgadas para captar fotografías de alrededor de 150°. El problema es que en aquel momento la fotografía estaba en plena ebullición de ideas y, aunque se registraban múltiples patentes cada poco tiempo, muy pocas se materializaban.

Una vista de San Francisco desde Rincon Hill. 1951.

Se cree que la toma original se componía de 11 placas pero no se conservan los originales.
Parece ser que fue Friedrich von Martens, un alemán que vivía en París, el primero en fabricar una cámara panorámica de lente giratoria, que llamó "Megaskop", con la que abarcaba un arco de 150° que registraba en placas curvadas de daguerrotipo. (extraído de aquí).
A partir de aquí, fueron apareciendo numerosas cámaras, salpicando la historia de la fotografía con diversos diseños.

Nashville, Tennesy. 1864. Primeras panorámicas

El problema de captar mucho

La fotografía panorámica viene a resolver un problema bien antiguo: cómo fotografiar una escena con un ángulo tan amplio que resulta imposible de captar con una óptica normal.
La inmensa mayoría de fotos que se toman a diario se captan con una cámara más o menos estándar. Con ellas, el ejercicio que hace el fotógrafo es el de decidir por dónde va a recortar la realidad que tiene delante suyo (casi siempre con un rectángulo). Este ejercicio se conoce como componer y ciertamente es difícil de llevar a cabo satisfactoriamente.
Pero... ¿y si no quieres recortar nada? ¿Y si quieres registrarlo todo? Pues bien, aquí entra en escena la fotografía panorámica, que típicamente se considera que comienza cuando se captan escenas con ángulos mayores a unos 100°, aunque no existe una definición exacta.
Con la fotografía estándar se pueden captar ángulos grandes al utilizar ópticas angulares, pero cuanto mayor es el ángulo, mayores son los problemas. Por ejemplo, utilizando una óptica de 24 mm en una cámara full-frame, se puede captar un ángulo de 74° (ojo, horizontalmente, no en diagonal). Se considera que esta focal capta un ángulo bastante grande y, a partir de ella, ópticas de focal más corta (como el 20 mm o el 17 mm), aunque captan un campo mayor, comienzan a mostrar un problema muy evidente: una fuerte distorsión de la perspectiva.

Objetivos angulares manuales de Nikon.

Un 16 mm es capaz de captar 97° horizontales pero es una óptica que no es del agrado de todos porque tiene un inconveniente: la imagen aparece muy distorsionada.

Fotografía tomada con ultra-angular (18mm en full-frame).
Fíjate en la distorsión en los coches de los extremos.

Esta distorsión se aprecia especialmente en las esquinas de la imagen cuando hay sujetos tridimensionales. Un ejemplo muy claro se ve en fotografías con personas cerca de la esquina del encuadre. Su cuerpo y su cabeza aparecen con un aspecto "estirado":

Fotografía con angular de un grupo de personas (17mm en APS-C).

Fíjate en cómo las personas que están en los extremos (en este caso, en el izquierdo)
aparecen con ciertas deformaciones: el cuerpo esta 'estirado' a lo ancho.

Como puedes ver, la figura humana aparece distorsionada, con la cabeza más gruesa, y el cuerpo, que progresivamente es más ancho hacia el extremo de la foto (la izquierda en este caso).
Pero este problema puede resolverse usando la tecnología panorámica, que permite llevar a cabo una corrección de la llamada anamorfosis de volumen:

La misma fotografía del grupo anterior, geométricamente corregida.

...como puedes comprobar aquí:

Fíjate en cómo la figura humana ahora se muestra con proporciones correctas, natural.

...donde puedes ver cómo ahora la figura humana ya tiene las proporciones normales, además de simétricas. Con el siguiente interactivo podrás comparar mejor:

El problema surge cuando los sujetos fotografiados tienen relieve, pero con sujetos planos, fotografiados de frente no se apreciaría ningún problema, puesto que no tienen profundidad ni fugas y por tanto no se puede distorsionar su perspectiva. Fíjate en este ejemplo, donde se ve una de las fachadas del museo Pablo Serrano de Zaragoza:

Fotografía de la fachada del museo Pablo Serrano con un ultra-angular extremo de 15mm.
Curiosamente, no se aprecia distorsión ni fugas.

Como puedes ver, está prácticamente exenta de distorsión de perspectiva por no tener casi relieve.
Pues bien, gracias a la fotografía panorámica se pueden captar escenas con ángulos de 100º y mucho mayores (incluso el círculo completo: 360°) sin que aparezca la perspectiva distorsionada. ¿Resultado? La imagen se puede apreciar de la misma forma que tú la ves cuando te encuentras en aquel lugar.
Además, la mejor forma de mirar una fotografía panorámica es usando un visor interactivo, porque emula nuestra forma de mirar: con nuestros ojos captamos un cierto ángulo relativamente grande, pero es gracias al movimiento de nuestra cabeza con lo que podemos mirar en ángulos mucho mayores y componer una imagen completa en nuestra mente.

(click para ver la versión interactiva)