© Hugo Rodríguez 2008 | ||||||||||||||
La técnica de hallar bordes Esta popular técnica se basa en detectar los contornos para actuar localmente sobre ellos, combinando el filtro " hallar bordes" con el uso de máscaras de capa. La que analizo aqui es, concretamente, la que Jose Mª Mellado explica en su libro. Consiste en:
Esta es una técnica que permite aplicar el enfoque solamente en las áreas donde hay contornos, gracias al enmascarado del resto de areas. Ciertamente, los resultados hablan por si solos, y el resultado tiene muy buen aspecto. Se resaltan los detalles más finos fuertemente, pero sin producir un aspecto extraño, como ocurria en el caso de Smart Sharpen (que también se basa en el uso de máscaras) y sin que apareza efecto secundario alguno, salvo el aliasing que es de esperar en contornos nítidos cuando son fuertemente enfocados. Con las texturas en pelo y piel se aprecia una sutil mejora, más notoria en el pelo que en la piel, y muy satisfactoria en el ojo y en las pestañas. Y, finalmente, la prueba de fuego. Con ella vemos que la mejora en acutancia es muy buena por toda la imagen, produciendo muy pocos halos alrededor de los contornos finos. En definitiva, un muy buen resultado.
La técnica de Paul Bleicher La técnica desarrollada por Paul Bleicher, que puede conseguirse fácilmente en Internet, es extensa y compleja:
Para aderezar la cantidad de pasos, la acción requiere intervención por parte del usuario cada pocos pasos y va informando de ello, aunque en inglés:
Lo cierto es que aunque es una acción bastante
depurada que denota un gran conocimiento por parte del autor, no deja
de ser pesada de aplicar, por la cantidad de pasos y lo lenta que resulta.
Además, da algún problema con capas y máscaras y
devuelve un archivo acoplado en un nuevo archivo, que hay que trasladar
a su capa correspondiente de vuelta al archivo de origen. Parece que tanta parafernalia con Photoshop vale la pena, a la vista de los resultados. La nitidez mejora sustancialmente los detalles finos sin producir ningún artefacto visible, lo cual nos deja una buena impresión. Sobre el pelo, la piel y los detalles del ojo se confirma la buena impresión anterior: buena ganancia de nitidez sin efectos colaterales, aunque el efecto conseguido no es tan fuerte como en otros casos. Y con la prueba de fuego también consigue un
resultado muy respetable, pues consigue resaltar los detalles más
finos y al mismo tiempo mejorar bastante el aspecto del mirlo y con un
excelente control de la granuralidad y el ruido. Tan sólo se le
puede achacar la aparición de un leve y grueso halo claro alrededor
del mirlo que aumenta su contraste aparente pero no altera la nitidez.
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