PENTAX ME-SUPER

Tenemos en esta ocasión en nuestras manos una de esas cámaras que han contribuido enormemente a la popularización de la fotografía. Gracias a su facilidad de manejo, a la calidad de sus objetivos y a su módico precio, se comercializaron infinidad de unidades. Lógicamente no estaba dirigida a un usuario de alto nivel, sino a un fotógrafo de nivel medio y así lo corroboran sus discretas prestaciones.

El cuerpo

Pese a ser bastante compacta, no se ha escatimado en absoluto el uso del metal en el cuerpo de la Pentax ME Super. Eso sí, todo el exterior del cuerpo es de aluminio, lo que le da un aspecto tradicional, una durabilidad muy elevada y una gran resistencia a la corrosión. En el interior, se encuentra un chasis que no es otra cosa que un bloque de metal que cumple perfectamente su cometido: sujetar firmemente todos los mecanismos y proporcionar robustez a todo el conjunto frente a los golpes externos. El diseño es totalmente clásico en todos los aspectos, salvo en un aspecto: no tiene disco de velocidades. En su lugar hay un disco, pero que no es otra cosa que el dial de selección del modo de funcionamiento. Salvando este punto, podemos decir que ésta es una de las cámaras clásicas más...clásicas que han pasado por la sección.

A los mandos

Pocos y sencillos son los controles que tiene la Pentax ME Super. Empezando por la parte superior y por la derecha vemos el disco que comentábamos arriba. Este disco tiene 5 posiciones y permite seleccionar el modo de funcionamiento. La primera posición, L (Lock) bloquea el botón disparador e impide que se dispare accidentalmente el obturador. Digamos que es la posición de apagado de la cámara. Hubiéramos preferido que el disco prescindiera de esta posición e incorporarla en la propia palanca de avance de la película, como es el caso de otras cámaras en las que con la palanca plegada ya se bloquea y es más cómodo y rápido de bloquear y desbloquear.

La segunda posición, Auto, es un automatismo de prioridad de diafragma. Al colocar el disco en esta posición queda bloqueado y se desbloquea pulsando un pequeño botón blanco incorporado al propio disco. La velocidad seleccionada automáticamente se indica en el visor. La tercera posición, M (Manual) conmuta al modo manual en el cual elegimos manualmente la velocidad de disparo. Utilizando dos botones negros situados justo al lado de éste disco subimos y bajamos la velocidad (con el de delante la subimos y con el de detrás la bajamos). No posee velocidades intermedias, cada pulsación aumenta o disminuye un paso completo. El rango de velocidades es muy completo y podemos decir que es un obturador rápido: desde 1/2000 hasta 4" completos más posición B. La velocidad de sincronización de flash es de 1/125, lo cual no está nada mal.

Cuando las cosas se ponen difíciles (como cuando la temperatura desciende mucho) o cuando la pila se agota, el obturador pasa a funcionar en modo manual a 1/125, cualquiera que sea la velocidad que estaba seleccionada en los modos auto y "M". La cuarta posición del disco selecciona una velocidad manual a 1/125 seg. con sincronización de flash y aparece marcada como "125X" y la quinta posición, marcada con la "B" selecciona esta posición, al contrario de lo que parece más normal, que sería escoger esta velocidad con los botones "+" y "-" en modo manual. Es una ventaja el que se seleccione esta posición así, porque es una velocidad manual y funciona igualmente sin pilas.

Junto al aro de selección de los modos de funcionamiento, tenemos la consabida palanca de arrastre y el contador de fotogramas que no merecen mayor comentario que decir que están correctamente diseñados y que la palanca es ergonómica y cómoda de manejar.

A la izquierda del pentaprisma se encuentra el típico disco de sensibilidades de la película (desde ISO 12 hasta 1600) combinado con el compensador de exposición, que aparece grabado con los valores de compensación en forma de factor, es decir 1/ 4X, 1/ 2X, 1X, 2X y 4X, que corresponden a las más comunes indicaciones hoy día de –2, -1, 0, +1 y +2. No es posible seleccionar valores intermedios en medios ni en tercios. No tiene botón alguno de bloqueo o desbloqueo, pero ofrece la suficiente resistencia como para no preocuparse por un desajuste accidental.

Para abrir la tapa trasera solo hay que tirar de la palanca de rebobinado hacia arriba sin necesidad de pulsar o deslizar ningún otro botón para evitar la apertura accidental, pero nuevamente no se echa en falta, aunque nunca viene mal un extra de seguridad en este aspecto.

Una vez abierta vemos el chasis totalmente metálico y las relucientes guías de la película que siempre confieren una sensación de tranquilidad. Como nota curiosa, Pentax incorporó en algunas de sus cámaras un sistema de enganche de la punta de la película muy efectivo y cómodo de utilizar. Pentax lo denominaba "agujas mágicas" y la verdad es que de mágicas no tienen nada, pero de originales y efectivas, mucho...

El truco para conseguir efectuar una multiexposición es posible con la ME Super, al igual que con otras muchas cámaras manuales, basta con tensar la película antes de comenzar, pulsar y mantener pulsado el botón de rebobinado situado bajo la cámara y con la palanca de avance "avanzar" la película mientras mantenemos sujeta la palanca de rebobinado.

En el frontal de la cámara encontramos una palanca para el autodisparador con 11" de retardo. El funcionamiento es también mecánico y lógicamente va acompañado del conocido ruidito. Una pena que no tenga el cierre de espejo acoplado a este mando para redondear su funcionalidad.

Se echa a faltar un palanca para poder comprobar la profundidad de campo y tal vez es éste el único "pero" razonable de la ME Super, teniendo en cuenta el sector o usuario tipo para el que ha sido diseñada. También en el frontal, pero al otro lado del objetivo, se encuentra la toma para cable sincro de flash, del tipo PC.

En la parte inferior vemos que tiene los contactos tanto eléctricos como mecánicos para acoplar un motor o "winder", que dota a la cámara de más rapidez de funcionamiento para cuando hace falta.

El visor

Es uno de los mejores aspectos de este modelo. La imagen se ve bastante grande y esto es debido al aumento del visor, mayor que la gran mayoría de cámaras modernas actuales. Este es uno de los aspectos donde cada vez más flojean las supermodernas maquinas de última generación y más destacan las clásicas. Además, el bulto exterior del pentaprisma es realmente pequeño. La imagen es luminosa y nítida, aunque lógicamente no tanto como la que ofrecen las modernas pantallas de enfoque, pero más que suficiente para trabajar cómodamente. La pantalla no es intercambiable y es lisa, con microprismas y enfoque partido en horizontal.

La información en el visor es completa, pero falta la información del diafragma para poder decir que es perfecta. En una escala a la izquierda, vemos todas la velocidades de disparo y un indicador luminoso (un led) fijo junto a la que está seleccionada. Por encima y debajo de la escala de velocidades, dos indicaciones, "over" y "under" nos informan de que la combinación elegida de velocidad-diafragma producirá una sobre o subexposición. Un led parpadeando al lado de la correspondiente se encarga de ello.

Conclusión

Se trata de una cámara sencilla y con pocos alardes tecnológicos, pero bien concebida y pensada y más que suficiente para un usuario novel. De hecho es un modelo recomendable para aquellos que comienzan o para estudiantes de fotografía que no quieren invertir mucho para comenzar y quieren aprender por el principio, es decir manejando manualmente velocidad y diafragma. Dotada de un automatismo de diafragma, compensador de exposición y un visor completo con toda la información necesaria se perfila como una buena opción en estos casos. También como segundo cuerpo para un equipo Pentax o como cámara de batalla o para llevar al monte (gracias a lo compacto de sus dimensiones y peso) la Pentax ME Super es una buena elección.

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