CONTAX RTS

Probamos esta vez en nuestra sección de clásicas una de esas cámaras pensadas para el profesional, muy robusta, ergonómica y con las prestaciones justas que necesita el profesional o aficionado avanzado que gusta del sabor de lo manual, pero bien hecho. Se trata de la Contax RTS, la primera Contax réflex con montura idéntica a Yashica, que abría nuevas posibilidades en cuanto a la intercambiabilidad de ópticas, sobre todo para los usuarios de...Yashica.

El cuerpo

El cuerpo negro, con su frío tacto y su consistente peso, está totalmente realizado en metal, que es un imprescindible primer paso en el diseño de una cámara de este tipo, aunque tal vez podrían haber escatimado un poco de metal los ingenieros de Contax (pesa bastante para lo que ocupa). La línea no es precisamente "aerodinámica", eso es evidente, pero sí que ha sido diseñada con una gran ergonomía, salvando -como siempre- algún que otro "pero". Comenzando por la parte superior y en la zona de la palanca de arrastre, encontramos que curiosamente el disco giratorio no es el de velocidades de obturación, sino el de sensibilidad (recordemos que no es la única que lo lleva así, la Olympus OM-1 anteriormente analizada también lo lleva igual). La escala de sensibilidades está comprendida entre ISO 12 y 3200 y también aparecen sus equivalencias en valores DIN. A través del mismo disco podemos acceder a la compensación de exposición de luz ambiente de una forma que no podía ser más rápida y sencilla: tan sólo con girar el disco seleccionamos la compensación desde -2 hasta +2 en pasos completos, que vienen indicados en forma de factor (x4, x2, x1). La sensibilidad se selecciona también girando el mismo disco, pero tirando del mismo hacia arriba antes del giro. El botón disparador, que en principio no tiene nada en especial, es de contacto eléctrico, no mecánico como sería de esperar y va combinado con el sistema que da nombre esta Contax, el RTS o Real Time System, sistema de disparo de funcionamiento en tiempo real. Es un sistema que no tiene prácticamente tiempo de retardo desde que se pulsa el botón hasta que comienza a abrirse el obturador y, efectivamente, se nota.

A este mismo lado del pentaprisma tenemos la palanca de avance de la película, la ventanilla con el contador de fotogramas y un led indicador del nivel de la batería. La comprobación del nivel de batería se efectúa pulsando un pequeño botón situado en la parte posterior del cuerpo, a la altura del pulgar derecho. Evidentemente, la carga de la batería estará en función de la intensidad con que se ilumina el led. Al lado de este mismo botón está el contacto para el cable disparador eléctrico, que debe ser el especial de la marca.

En la parte izquierda del cuerpo (desde el punto de vista del fotógrafo) tenemos el disco de velocidades, que comprende desde 4" completos hasta 1/2000 de segundo pasando por la sincro a 1/60 y posición B. La verdad es que la sincro no es muy elevada teniendo en cuenta la máxima velocidad de disparo, pero en el año de fabricación de la RTS no estaba nada mal. A través del mismo disco activamos el automatismo de diafragma -el único automatismo de la RTS- que tiene como único punto criticable la falta de un botón para bloquear la medición al efectuar reencuadres (el conocido "AEL" o "ML"). El disco está diseñado de una forma un tanto peculiar: se selecciona la velocidad girando la palanca de rebobinado, que a su vez hace girar el disco de velocidades. Lo primero que se podía pensar es que si la palanca de rebobinado se acopla al disco de velocidades al hacer avanzar la película se podía llegar a frenar el avance de la película, pero, evidentemente, eso no ocurre ya que al plegar la palanca de avance se "embraga" y no impide el avance. Además, se puede seguir comprobando que la película avanza correctamente foto a foto, ya que debajo de la palanca, hay un disco con una línea blanca que gira si todo va como debe.

Pasemos al frontal, donde encontraremos agradables sorpresas. Empezando por lado izquierdo (si se mira la cámara de frente) vemos el botón de desbloqueo del objetivo, la palanca del autodisparador, y dos botones más. El más grande de éstos sirve para activar el fotómetro independientemente del disparo del obturador, es más, es que el botón disparador no activa el fotómetro, sólo dispara. Esta separación de funciones tan poco común puede ser una ventaja o una desventaja; por un lado se retarda la operación de medir-disparar y por otro aumenta la seguridad de disparar involuntariamente una foto al medir. El otro botón, casi oculto en la parte inferior, cierra el diafragma hasta la posición de trabajo para comprobar visualmente la profundidad de campo. El autodisparador, por su parte, tiene una duración de unos 8 segundos aunque se puede conseguir menos tiempo simplemente girando menos grados la palanca al activarlo. Además se puede detener en cualquier momento, y lo que es más sorprendente, continuar la cuenta atrás más adelante.

En el lado derecho tenemos el conector para cable sincro de flash del tipo PC y el mando para el cierre de espejo, como no podía ser menos en una cámara posiblemente pensada para puristas. En el tema de accesorios, tiene suficiente: respaldos fechadores y de película para 250 disparos, cables de disparo eléctricos y a distancia (radio e infrarrojos), y un motor de avance y rebobinado que llega a conseguir una cadencia máxima de 2 fps.

El visor

Del visor se puede decir que es una delicia: el tamaño de la imagen es bastante grande; pocos visores pueden presumir de semejante calidad de visión. La pantalla de enfoque, como es el caso de muchas clásicas no es tan clara como las más modernas, ni tan nítida, pero no se le pueden pedir peras al olmo...
La información que brinda es la justa y necesaria, como en otras cámaras de esta categoría: velocidad seleccionada, diafragma seleccionado e indicaciones del fotómetro. Toda la información aparece sobre la imagen (las velocidades a la derecha y en vertical y los diafragmas arriba y en horizontal) y su visibilidad está en función de la luminosidad de la escena; si es muy oscura en los bordes derecho y superior no se ve bien. Tampoco este aspecto es criticable porque en su época no había otra cosa y si le hubieran puesto iluminación interna en el visor con una pequeña bombilla, la pila duraría un suspiro...

La compensación de la exposición, eso sí, está bien indicada en el visor, realmente está exageradamente "bien" indicada, ya que al activar el mando correspondiente, hace aparición sobre la propia imagen una señal alargada de buenas dimensiones y que llama poderosamente la vista, con lo que podemos afirmar con toda franqueza que con la RTS la compensación por error no será nunca un problema.

Objetivos

Las Contax utilizan objetivos del prestigioso fabricante Carl Zeiss, y las sitúan directamente y sólo por esto un escalón por encima de la mayoría de réflex del mercado. De hecho los artículos alemanes de fotografía tanto de cámaras como de objetivos suelen marcar la pauta en cuanto a calidad y las Contax no iban a ser menos aunque ahora pertenezcan a un gigante nipón.

Conclusión

Se trata de un cuerpo muy recomendable para aquellos que están cansados de tanta pantalla digital y tanto programa y, en cambio, buscan una cámara muy, muy robusta, con las prestaciones justas pero sin que le falte nada esencial. Excelentes objetivos, una acabado excelente, un manejo ergonómico, unos detalles cuidados al máximo (como por ejemplo la bayoneta del objetivo pintada de negro mate para evitar reflejos internos en la caja del espejo) y una suavidad y precisión de funcionamiento propia de artículos de lujo. Como siempre, Contax no defrauda...

atrás