CANON A-1 |
Texto y fotos: Hugo Rodríguez. Profesor de tecnología. La Canon A-1 es una SLR de 35mm de aquellas que, como dicen los más veteranos en esto de la fotografía, "ya no se hacen". ¿Porqué? Pues porque reúne aquellas características que más agradan a los aficionados avanzados y a los profesionales, salvando, como siempre algún que otro "pero". Gran parte de la culpa de estas afirmaciones, que como decía se suele oír en boca de muchos profesionales la tiene el hecho de que hoy día las cámaras han perdido diversas características como son la construcción enteramente metálica, la escala de profundidad de campo y otras. Poquísimas firmas siguen ofreciendo modelos de cámaras con estos detalles básicos. La cosa esta actualmente tan mal que en algunos casos, hasta se prescinde de algo tan imprescindible como la escala de distancias de foco en el objetivo. Pero centrémonos en la A-1... El cuerpo Pues para comenzar bien, es como los de
antes: todo-metal, con un diseño tradicional, y con ciertas "innovaciones"
(puesto entre comillas porque fueron innovaciones en su día, no
hoy). Lo primero que se nota al cogerla en la mano es su peso absolutamente
"delator" que proporciona de entrada una buena sensación.
Basta una primera mirada de cerca para comprobar su perfecto acabado y
robusta construcción. Como cámara del segmento avanzado
que es, se encuentra repleta de pulsadores, palancas y demás mandos
repartidos por toda su geografía. Prestaciones Comenzando por el obturador, diremos que es de cortinas de tela y recorrido horizontal y por lo tanto algo lento en comparación con las modernas. Presentada en 1978, la Canon A-1 es de los últimos modelos que incorporaba este tipo de obturador, ya que los de tipo vertical aparecieron poco más tarde. Este aspecto se nota sobre todo en la sincro que tan sólo es de 1/60. La velocidad máxima es de 1/1000 y curiosamente ofrece una gama de velocidades lentas impensable para la época: hasta 30 segundos completos más la posición B. Es en la Canon A-1 donde Canon introdujo por primera vez los "chips" de una forma integral y en este aspecto como en otros que veremos más adelante. Mandos Comencemos a ver los diferentes mandos
situados en la parte superior. En la parte derecha tenemos ,en primer
lugar, la palanca de avance que tiene debajo suya otras 2 palancas; una
de ellas es el interruptor principal de encendido y apagado, que tiene
además otras 2 posiciones para el autodisparador, una de ellas
con un retardo de 2" y la otra con 10". La otra palanca, casi
escondida bajo la de avance de la película, nos permite efectuar
multiexposiciones. Una vez hecho el primer disparo, y para realizar un
segundo, hay que plegar la palanca de avance de la película totalmente,
con lo que ya podemos empujar hacia la izquierda la palanquita de multiexposiciones
y seguidamente cargar el obturador de nuevo. La operación se puede
repetir las veces que se quiera, como es de suponer. Junto la palanca
de avance de la película tenemos la minúscula ventanilla
del contador de fotogramas. El visor El visor es de una calidad envidiable. La pantalla de enfoque tiene una buena luminosidad y definición hasta en las esquinas, pero sobre todo un gran tamaño de imagen, gracias al aumento de 0,83x del que pocas cámaras clásicas - y menos aún modernas- pueden presumir. Las indicaciones son escuetas y aparecen digitalmente, con esos números rojos que nos recuerdan a las primeras calculadoras. Tan sólo la velocidad y el diafragma aparecen, junto a la "M" que nos recuerda que estamos en modo manual. por mucho que busquemos no encontraremos ni indicadores del modo de exposición ni de la compensación. Es este aspecto posiblemente el más criticable de la A-1. Lo que sí que indica es la posible sobre o subexposición en los modos automáticos (con el parpadeo de los dígitos de velocidad o diafragma) y si el flash está preparado. Otras características Aparte de semejante despliegue de tecnología
(recordemos que hablamos de un modelo del año 78), la A-1, es capaz
de conmutar automáticamente a la velocidad sincro si le colocamos
un flash dedicado, e increíblemente, vuelve a la velocidad correcta
para luz ambiente mientras se carga el flash inmediatamente después
de un disparo, retornando de nuevo a la sincro una vez el flash informa
al cuerpo de que ya está preparado. Además, estando el flash
conectado, aparece una "F" en el visor, pero resulta que aparece
justo delante de la indicación del diafragma, con lo cual si marcaba
2,8 ahora marca F2,8, lo que puede llevar a confusiones... Conclusión La Canon A-1 es un modelo muy avanzado
para su época, muy bien equipada, con grandes prestaciones, un
buen visor y un robusto cuerpo. No hace falta comentar que dispone de
una gama de objetivos manuales muy amplia y que incluye algunas piezas
únicas, aunque fuera de fabricación. Tan sólo se
le puede criticar por un lado la falta de claridad y cantidad de la información
mostrada en el visor y por otro el que no tenga un cierre o pseudocierre
de espejo. Desde luego, se puede concluir que Canon puso el listón
muy alto... |