- El brillo
- El contraste
- La nitidez (una máscara de enfoque, vaya)
- La temperatura de color (con varios presets entre 2800K y 9300K), manualmente o mediante ajuste de RGB.
- La curva de gamma. Se puede ajustar manualmente entre 1.6 y 2.6
- El gamut (o gama de color), y se puede elegir entre las gamas Adobe RGB, sRGB, EBU, SMPT-E y Rec.709.
- Hue y saturation de cada uno de los 6 primarios, independientemente.
- Black level, lo que permite ajustar el nivel de negro para hacerlo menos denso si se prefiere. Esto puede ser útil en algunos casos para facilitar la concordancia al imprimir con papeles mate.
- Por último, también hay opciones para guardar todos los ajustes en una de las dos memorias de usuario y para resetearlas.
Lo que no viene es el comodísimo mando remoto que sí tiene su hermano mayor, el SW2700. Una pena porque compensaría lo incómodo de su botonera.