Vivimos en un mundo a color y así lo fotografiamos, aunque generalmente nos gusta hacerlo con más color y contraste, porque el que hay en el mundo real ya “lo tenemos muy visto”. Pero en ocasiones sí que se necesita fotografiar y reproducir un color fielmente, como en fotografía de bodegón de producto, de reproducción de obras de arte o en fotografía de fauna y flora, para biólogos y ornitólogos o fotografía dental, por poner algunos ejemplos.
Foto: Miquel González
Foto: Miquel González
Es en casos como estos cuando es necesario contar con referencias que te permitan saber si vas por buen camino. Una de ellas es la calibración del monitor, que busca como objetivo asegurar que ésta muestre fielmente los colores de las fotografías. Sin duda es algo muy necesario cuando uno quiere empezar a tomarse en serio el color, pero no basta para los mencionados casos. Se tiene que complementar idealmente con una calibración de cámara, o al menos con algún sistema que permita medir el color del sujeto y verificar si se ha reproducido bien en la imagen.
De esta forma, se puede tomar una lectura del color real del objeto y cotejar en la imagen si quedó bien reproducido… Y aquí es donde entra en escena el CUBE, un colorímetro capaz de tomar lecturas reales sobre objetos y mostrar su color tanto en valores absolutos como en valores RGB y CMYK. Suena bien, verdad?
Por ejemplo: si quisiera fotografiar un producto, (pondré por caso que fuera mi libro de Imagen Digital), habría que asegurarse de que el equipo está bien afinado (cámara, revelado, iluminación…) porque de lo contrario (si se fotografío “tal-cual”), no se obtendrá el color original.
Lo ideal es que la cámara esté calibrada pero, mientras tanto, podría ser muy útil el CUBE, ya que con él puedo tomar una lectura del color para saber cuáles son sus valores de color (RGB o CMYK) y cómo deberían ser los píxeles.
Si una vez tomada la foto se ve que no coinciden, siempre se pueden cotejar los valores RGB de los píxeles de la camiseta en la fotografía obtenida, para comparar directamente. A partir de ahí, se plantean dos opciones: retocar el color a mano o calibrar la cámara (por si te interesa, yo ofrezco un servicio para ello).
El funcionamiento es bien sencillo. En primer lugar se conecta a una toma USB para cargar su batería, cosa que lleva una o dos horas. Luego se instala una App en el smartphone (compatible con iOS) y se conecta con el CUBE (via Bluetooth) una vez abierta.
Seguidamente se calibra usando la propia tapa para ello. Finalmente se coloca el CUBE sobre la superficie a medir, se toca en la parte superior… y la lectura aparece en el smartphone. Así de sencillo.
Hay que tener en cuenta que no se pueden medir todas las superficies. Aquellas que sean translúcidas, con brillo metálico o transparentes no darán valores correctos.
La App es muy sencilla y no ofrece muchas funciones, pero lo que hace, lo hace bien. Una vez tomada una lectura se pueden ver los valores RGB de ese color, pudiendo escoger entre los espacios sRGB y Adobe RGB 1998. También se puede cambiar a CMYK, y allí escoger entre los espacios FOGRA 39 para Europa y SWOP para USA.
Aparte de RGB y CMYK, también se pueden ver en valores hexadecimales y cuál es el color más cercano en las paletas DULUX y otras.
Las lecturas se almacenan sin más, pero pueden compartirse via correo, WhatsApp o subir a DropBox.
Aparte de con el Smartphone, el CUBE también puede conectarse directamente al ordenador (de momento, sólo con Windows, para Mac en breve), para traspasar las lecturas directamente a Photoshop.
Es una App muy interesante para cargarlas directamente, aunque me he tirado un rato tratando de conectarlo por Bluetooth porque en ningún sitio indicaba que en este caso se tiene que conectar por USB. Nada importante que el usuario no acabe por descubrir, pero estaría bien que te lo haga saber en algún sitio, más que nada para ahorrarte el rato…
En definitiva, el CUBE es un medidor muy muy interesante para todos aquellos que necesitan reproducir con fidelidad. Es una herramienta de control moderna, muy bien diseñada y extremadamente facil de usar. La precisión de las lecturas, sin ser extraordinariamente alta, sí que es buena y más que suficiente para lo que se busca, especialmente teniendo en cuenta su atractivo precio.
Mis agradecimientos a Montse Prats de XP Distribution y a Dave Mobbs por dejarme probar tan interesante gadget.
NOTA: XP Distribution me ha prestado este artículo para poder probarlo durante unas semanas. De momento no lo he devuelto y, aunque eso es lo acordado inicialmente, mi intención es adquirirlo, pagando el precio que me soliciten.