Que el vídeo está en auge es algo que nadie niega. Cada vez tenemos más y mejores equipos tanto para capturar como para evitar y visionar. Y para el visionado, tanto durante el rodaje como en la edición, cada vez es más clara la necesidad de usar una buena gestión del color. Precisamente para ello, Fujifilm ha presentado hace muy poco un pequeño dispositivo muy interesante: el IS-mini, que he tenido el gusto de poder probar durante una semana gracias a la gentileza de Fujifilm España.
Se trata de un pequeño dispositivo del tamaño de un disco duro portátil que integra una potente LUT en su interior, con la que se pueden hacer cosas como calibrar una pantalla o modificar la respuesta de color de una cámara.
Para los no familiarizados con estos dispositivos, trataré de explicarlo con palabras más sencillas. Imagina que tenemos un monitor para ver lo que se está grabando. Éste monitor es de muy buena calidad (por ejemplo, gracias a un panel IPS), pero es muy limitado en sus menús, de forma que poco se puede ajustar. Viene razonablemente bien de fábrica, pero nos gustaría mejorarlo. ¿Qué podemos hacer?
Está claro que si el monitor tiene muy pocas posibilidades en sus menús o con sus controles externos, no hay mucho que hacer por esa vía. Pero sí que se puede modificar la señal de video que le llega. Y justamente eso es lo que hace este curioso dispositivo: calibrar una pantalla o modificar la respuesta de color de una cámara a base de “acondicionar” la señal que genera esa cámara o que llega a esa pantalla.
La idea, aunque muy ingeniosa, no es nueva ni tampoco fácil de llevar a cabo. La potencia de cálculo que tiene que realizar este “aparatito” no es nada desdeñable, puesto que tiene que ser capaz de hacer fuertes modificaciones tanto de luminosidad como de contraste y de color a la imagen, pero a 25 o más fotogramas por segundo, que no es “moco de pavo”.
Externamente es muy sencillo, y tiene un diseño muy limpio y elegante. Por un costado lleva la conexión de la cual recibe la alimentación de corriente, una entrada HD-SDI (un tipo de conexión muy utilizado en el mundo del video profesional) y una conexión de red (para gestionar los diferentes ajustes sin necesidad de un cable USB corto).
Por el otro costado lleva una conexión USB (para una gestión directa), una salida HDMI y otra HD-SDI. No tiene botones, ni interruptores ni mucho menos pantalla. Todo se maneja desde el ordenador.
Una vez que se instala el software y se activa la licencia correspondiente, accedemos a la sorprendente variedad de funciones y parámetros que llega a gestionar esta LUT portátil:
Desde la pantalla principal se accede a cuatro grandes apartados (que aparecen en forma de cuatro grandes botones en la parte inferior derecha): los ajustes, la corrección de color sobre la imagen introducida por HD-SDI, la calibración de monitor (via la salida HDMI) y un apartado de inicialización del software.
En los días en que pude probar este curioso dispositivo, gracias a la gentileza de Fujifilm España, intenté organizar una prueba para probarlo con una cámara de video profesional Sony con salida HD-SDI, pero al final me fue imposible.
Tengo pendiente probarla en persona, pero por lo que me han explicado desde Fujifilm, la forma de utilizarla en cámara es la siguiente: durante un día de rodaje, las condiciones lumínicas en exterior van cambiando, lo que luego provoca que unas escenas no casen perfectamente con las sucesivas. Para ello, utilizando una mesa de control Tangent (como la Element) se monitoriza desde una sala lo que está registrando la Cámara en ese momento y se corrige en tiempo real la luminancia y que luminancia con esta mesa de control. Estas correcciones se pueden almacenar al momento en la IS-Mini y se pueden guardar en la tarjeta de memoria junto con los videos capturados, de forma que más adelante, durante la edición, el colorista pueda cargar estas correcciones (las LUT) y facilitar el trabajo.
Puedes ver una muestra de cómo se utiliza aquí:
Cuando se entra en este modo (Color correction with IS-Lut), se accede a una pantalla repleta de controles e información, que a primera vista puede impresionar, especialmente a los menos familiarizados con el mundo de la corrección del color.
Es cierto que condensa un montón de apartados reguladores y botones, pero también es cierto que la potencia para modificar el color que demuestra tener este pequeño dispositivo queda patente al contemplar esta pantalla. Desde ella podemos comenzar desde cero una sesión de corrección de color utilizando los habituales controles circulares de Gain, Lift, Gamma, Offset, Power y Slope, que puede modificarse globalmente, canal por canal (RGB) o solamente en el canal luminancia (Y). También tiene un apartado para modificar los colores en una vista de vectorscopio
Si has hecho corrección de color en video (por ejemplo, con DaVinci Resolve), seguramente te resultan familiares estos controles.
Aparte de empezar desde cero a hacer correcciones, también puede cargarse una LUT como punto de partida. Para los no familiarizados, una LUT viene a ser parecido a lo que en fotografía conocemos como un perfil de color ICC, pero con algunas diferencias. En esencia son muy similares: ficheros que tienen la capacidad de hacer potentes y complejas correcciones de color que, o bien son muy difíciles de llevar a cabo con los controles de color habituales, o bien son directamente imposibles.
Pues bien, se puede cargar como punto de partida una LUT, y sobre ella hacer correcciones a mano.
Una vez cargada una LUT, se puede ver la curva de transferencia de tonos, y sobre ella hacer ajustes diversos aunque, como decía, desgraciadamente no tuve la oportunidad de poder probarlo con una cámara real.
Lo que sí que he testeado es la función de calibración de pantalla, a la que se accede a través del botón Manage monitor calibration.
Es importante aclarar que aunque este aparato permite calibrar un monitor de fotografía o de video (o un televisor) a través de HDMI o HD-SDI, no se puede mostrar ninguna señal de video, ni ver lo que está grabando la cámara, ni nada parecido. Digamos que una vez se va a calibrar una pantalla, se desconecta esta de la fuente para conectar el cable HDMI al Fuji IS-Mini (de forma que se deja de ver lo que se estaba viendo), y una vez se arranca el proceso de calibrado, sólo se ven colores a pantalla completa.
Al terminar el proceso, se generan todas las modificaciones de color necesarias para que esta pantalla se vea correctamente y se almacenan en una LUT, que se puede exportar a diversos formatos habituales para LUTs. Seguidamente, este fichero se puede cargar en el software de video profesional desde el que se va a visionar el video que se va a editar. Dicho en términos sencillos: con el IS-Mini se averigua que correcciones (en forma de un fichero LUT) hay que hacer en la señal que se le envía a esa pantalla para que se vea como si estuviera calibrada, para luego introducir esa LUT en DaVinci Resolve (por ejemplo) y garantizar que el previo del video se ve perfectamente.
La gran ventaja del IS-Mini es que desbloquea la imposibilidad de conseguir calibraciones muy finas incluso con monitores de ajustes muy toscos, que suelen ser lo habitual en el mundo del video profesional.
Una vez que se arranca el proceso, hay que escoger cuál es el espacio de color, el punto blanco y la curva de gamma que se desea antes de poder empezar:
seguidamente, se escoge el colorímetro o espectro fotómetro que se va a utilizar, se calibra manualmente el punto blanco, luego se escoge la cantidad de parches que se quieren medir, donde el “Quick” de 165 parches, seguramente será uno de los más utilizados, y comienza el proceso de medición de color, que viene tardando algo menos de 10 minutos.
Al final, se hace una comprobación y se muestra una pantalla con los valores conseguidos. En este caso, antes probarlo con mi monitor secundario, un DELL U2413, ha arrojado unos valores bastante buenos: un promedio de error de 2,92 para ajustarlo al espacio de color Rec709 partiendo del nativo del propio monitor (aproximadamente un 10% mayor que el Adobe RGB).
Una vez terminado el proceso, se pueden hacer algunos ajustes finos:
y, finalmente, exportar todos estos ajustes como una LUT.
En definitiva, el IS-mini es un dispositivo con una LUT integrada de alta calidad y muy potente. Muy interesante para profesionales del video y del mundo del cine que necesiten hacer correcciones de color sobre la propia señal (en vez de sobre el monitor), que puede ser especialmente interesante en aquellos casos en los que el propio monitor no permite hacer estos ajustes tan finos. También cuanto el monitor está supuestamente bien calibrado pero por alguna razón (típicamente por tarjetas de video o convertidoras de señal intercaladas) deja de estarlo, como me he encontrado personalmente en algunos estudios de coloristas (por ejemplo, este).
También para sets de rodaje donde es conveniente hacer un primer etalonaje rápido de lo filmado que poder usar en la posterior edición.
Agradecimientos a Jose Márquez, Albert Flaujat y Salvador Luna de Fujifilm España por la colaboración prestada.