Calidad de imagen
Uno de los aspectos clave es este. Para un novato en el tema, la lista de prestaciones puede resultar abrumadora y desconcertante, pero lo que al final cuenta es que la imagen se vea realmente bien, y no solo de frente. De lado, desde arriba y abajo. Que no varíe el color y que no pierda brillo. Pues realmente BenQ está sorprendiendo en este aspecto porque se sitúa entre lo mejor del mercado sin lugar a dudas.
Lo primero que llama la atención en este monitor es la resolución increíblemente alta. Con casi 4.000 px de ancho, duplica el ancho del escritorio de una pantalla FullHD. Ahora que está tan de moda el video 4K, muchos buscan pantallas de esta resolución para poder editar este video, aunque lo cierto es que soy de la idea que no hace falta tener esta resolución para poder editar este video puesto que no es necesario apreciar todos y cada uno de los detalles para poder editarlo; de hecho, así la tarjeta gráfica puede trabajar con más holgura. En cambio sí que es perfecto para ver el previo a FullHD, lo cual te deja 3/4 del escritorio libre para las herramientas.
Teniendo cuenta el ancho en píxeles, eso nos deja una resolución en pantalla de nada menos que 140 PPP, lo cual la hace realmente muy interesante para todos aquellos cuyo trabajo acaba impreso, puesto que esta pantalla es capaz de mostrar un aspecto mucho más similar al papel, especialmente teniendo cuenta que se observa desde una distancia mayor que un monitor de 24”, por ejemplo.
Gracias a que el panel es de 10 bits, los degradados -incluso los más difíciles- quedan perfectamente uniformes y sin ningún escalón visible.
El brillo tiende a ser alto, algo que es prácticamente una norma hoy día. En las especificaciones se anuncia un brillo máximo de 350 Cd/m2, aunque mis pruebas he medido 382 Cd/m2. El negro es tan profundo que el contraste máximo ha resultado ser de 1090:1, francamente un valor excelente que casi triplica el de la mayoría de monitores de la competencia, e incluso la del PG2401PT. Es probablemente el valor más alto que yo haya podido ver en un monitor con panel IPS, el sistema de uniformización activo (resta mucho contraste) y una vez calibrado. Afortunadamente, el brillo se puede bajar bastante para los que preferimos trabajar con niveles mucho más acordes con la iluminación tenue de las salas de retoque, hasta alrededor de 90 o 100 Cd/m2.
La calidad de la LUT 3D es muy buena, y permite modelar la gama tonal a través de los controles de matiz y saturación, pudiendo controlar independientemente cada uno de los seis primarios. Hay que admitir que no llega a tener la finura de ajustes de modelos mucho más caros, como los NEC Spectraview o los EIZO CG, aunque también es verdad que la diferencia de calidad no está correlacionada con la diferencia en precio.
El sistema de uniformización de pantalla funciona a la perfección, reduciendo prácticamente hasta cero todas las variaciones de luminosidad y dominante que tenga nativamente el panel.
Gama de color
La mayoría de monitores “para fotografía” actuales son de “gama amplia”, lo cual quiere decir que tienen una gama muy similar al Adobe RGB, como también es el caso de este SW320.
Concretamente, y según mis mediciones, la gama de este monitor es un 2,2% más grande que la del espacio Adobe.
Hay que puntualizar que no llega a cubrir el espacio Adobe RGB completamente, ya que queda un minúsculo 1,4% sin cubrir (concretamente en la zona de los rojos más saturados), que a efectos prácticos es despreciable.
Aqui puedes ver esta comparación en 3D, donde se puede apreciar mucho mejor todo (usa el ratón para arrastrar):
El volumen de color sólido representa el SW320; la malla es el Adobe RGB 1998.
En el caso del sRGB, la gama es un 37,6% más grande y lo cubre casi totalmente (99,3%).
Si lo comparo con el DELL U3014, se aprecia que en este apartado el BenQ no es capaz de superar al DELL, concretamente con una gama un 11,3% menor (el 3014 tiene una gama ligeramente superior al AdobeRGB):
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