En el menú sistema encontramos muchas funciones de configuración que vale la pena revisar:
- Bloqueo OSD: en estudios donde se mueve mucha gente, a menudo ocurre que cuando uno llega un equipo, le parece que la imagen está demasiado cara oscura, y comienza a variar el brillo. Pues bien, con esto se bloquean los botones y problema solucionado!
- Aviso CAL: cuando está activado, el monitor te recordará que tienes que calibrarlo (según un temporizador interno propio.
- Brillo tecla OSD: con esto se controla el brillo de la luz de la tecla principal del monitor muy interesante en entornos oscuros.
- AMA: por lo visto mejora el tiempo de respuesta del panel, lo que a priori debe ser beneficioso para videojuegos.
- Dinamización automática: bueno, yo creo que aquí ha aparecido de nuevo mi “viejo amigo” Tarzán, porque ha traducido el Auto pivot de una forma que no se entiende. Se refiere a que si el monitor se gira en vertical, el menú en pantalla también hace lo propio.
- Aviso de resolución: te recuerda cuál es la resolución nativa en el caso de que no la estés utilizando.
- DDC/DCI, que normalmente debes dejar activo, permite que ordenador y monitor se comuniquen. Esto es necesario, por ejemplo, para que algunos programas de calibración como i1 Profiler puedan acceder a los menús del monitor para ajustar algunos parámetros automáticamente.
- Información te muestra que entrada estás utilizando, que resolución y a qué ratio de refresco.
- Restablecer todo: un reset completo para volver a los ajustes originales de fábrica.
Muy interesante el poder personalizar lo que hacen algunos botones con estas dos funciones:
- Color Mode HotKey te permite personalizar qué tres espacios de color quieres tener a mano para cuando pulsas este nuevo botón directa y rápidamente (sin haber abierto los menús).
- Tecla personalizada: muy útil. Te permite asignar qué función para tres de las seis teclas que hay en el frontal del monitor, de entre todas las opciones que ves en el submenú.
Una vez elegido otro modo y guardado, el monitor muestra la confirmación:
y al abrir el primer menú de iconos, se verá el cambio:
Calidad de imagen
Este es, sin duda, uno de los aspectos más importantes. El primer aspecto a valorar es el tipo de panel y, en ese sentido la marca sigue su línea y utiliza un IPS de última tecnología. Se supone que debe ser muy similar, si no superior al del PG2401PT.
La resolución es de 1920×1200, la llamada WUXGA que es algo superior verticalmente al FullHD y que se agradece mucho porque te aporta un extra muy util para la barra de tareas, el dock y los menús. Además es una resolución muy adecuada (unos 100ppi realmente) para poder ver el nivel de detalle de las fotografías y también a la hora de ver videos o películas. Con esa nitidez, se agradecerá mucho -por ejemplo- a la hora de leer textos como pueden ser los subtítulos de un video como los que puedes añadir automáticamente con Veed sin necesidad de escribirlos manualmente, algo que a mi personalmente me es muy útil.
El panel, tiene una gama de color semejante a la del espacio Adobe RGB 1998, algo que ya se considera habitual en los monitores actuales de gama alta. Además el panel es de 10 bits (el máximo nivel actualmente), por lo que las gradaciones serán tan suaves que será imposible apreciar “escalones” en un degradado. Eso sí, para poder disfrutar plenamente de los 10 bits, toda la cadena desde que se genera la imagen hasta que llega al monitor tiene que trabajar a la misma profundidad de color. Por lo tanto, la tarjeta gráfica tiene que estar capacitada para ello, el software que utilizas también (por ejemplo, Photoshop lo puede hacer, pero hay que activarlo en las preferencias), el driver y el cable que llega hasta la pantalla.
El brillo es, como de costumbre, alto. Los fotógrafos y editores de video solemos trabajar siempre en entornos más bien oscuros (los diseñadores suelen trabajar de otra manera), un brillo excesivo no es especialmente útil. BenQ anuncia un brillo máximo de 250 Cd/m2, más que suficiente.
También se anuncia el contraste nativo y el contraste dinámico, siendo de 1000:1 y 20 millones:1 respectivamente. En mis pruebas he medido un contraste nativo de 996:1, un valor bastante bueno. Este contraste baja hasta 864:1 en los modos en que está activa la uniformización, algo completamente normal que todos los monitores del mercado sufren. Por cierto, conjuntamente con el SW271 que analice hace poco, son los dos únicos casos en los que veo que un fabricante anuncia ambos datos claramente y sin tapujos.
El contraste nativo se mantiene estable a lo largo de toda la escala de brillo, desde el 100% al 0%, cosa que no todas las pantallas ofrecen. Esto es porque llegado a un valor de mínimo voltaje en los LEDs interiores, empieza a bajarse el brillo por software en la pantalla, lo que mantiene el negro mínimo igual pero baja el blanco. En consecuencia el contraste pierde.
Interesante también comentar que el sistema que utiliza BenQ para regular el brillo no molesta a la vista, como si ocurre con otros fabricantes típicamente de categorías inferiores. La técnica que se suele utilizar produce un parpadeo que no se puede detectar fácilmente a simple vista pero por ejemplo si sacas la cámara de tu teléfono e intentas hacer una foto la pantalla, entonces apreciarás como se nota el parpadeo cuando la miras a través de tu teléfono. El sistema de alta frecuencia que utiliza BenQ consigue que la imagen se aprecie mucho más estable y por tanto es imposible notar parpadeo alguno, incluso a través de una cámara. Lógicamente, esto también se agradece puesto que al cabo de horas trabajando delante de esta pantalla, la vista se cansa menos.
El efecto de glow que se produce típicamente al mostrar negros en una habitación a oscuras es bastante correcto. Este efecto se nota especialmente al mirar la pantalla de lado o, estando de frente, al mirar a una esquina. Puede ser una filtración neutra de luz o tener color:
La calidad de la LUT 3D es muy buena, y permite modelar la gama tonal a través de los controles de matiz y saturación, pudiendo controlar independientemente cada uno de los seis primarios. Es muy útil a la hora de calibrar este monitor para usar en vídeo, en donde en vez de hacer un perfil ICC, se “amolda” en la gama de color del monitor para que se ajuste al estándar escogido (Rec709 o DCI-P3). Y la verdad es que funciona muy bien, no degrada nada la calidad de imagen (homo si ocurre especialmente en algunos televisores, incluso de alta gama). Hay que admitir que no llega a tener la finura de ajustes de modelos mucho más caros, como los NEC Spectraview o los EIZO CG, aunque también es verdad que la diferencia de calidad no está -en absoluto- correlacionada con la diferencia en precio.
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