Hace unos meses he estado en una conocida productora de animación en Madrid, llevando a cabo varias calibraciones. Me han pedido que no desvele su nombre así que, sintiéndolo mucho, así lo hare (a mi también me haría ilusión poder decirlo, de veras).
Pero no han tenido inconveniente en que comparta con vosotros todo el trabajo que he realizado allí, y es muy interesante. No sólo por la gran variedad de pantallas diferentes que tienen, sino también por el flujo de trabajo que usan.
Para empezar, he de decir que todo este trabajo es para una película de animación que se estrenará en 2019 via Netflixy que se está dibujando a mano. Sí, sí, has leído bien: A MANO. Fotograma a fotograma, como en las películas clásicas de Disney…
Asi pues, primero los dibujantes hacen sus bocetos al estilo “plumilla”, en blanco y negro. Luego otros las colorean y finalmente se compone el video y la animación. Explicación en plan super-resumido, claro está. En realidad el proceso es más laborioso, como podéis imaginar, aunque no sabría explicarlo en detalle porque desconozco los matices.
Primero comencé calibrando unas de las TV más monstruosamente grandes que he calibrado jamás: una NEC de ¡86 pulgadas! Asi es, todo un monstruo de TV, más grande incluso que la que había calibrado en EGM hace algún tiempo.
Más que una TV, es un mega-monitor, y lo digo porque parece ser que no lleva sintonizador de TV. Se trata de una pantalla orientada a mostrarse en comercios, salas de reuniones o lugares más o menos “públicos”.
Para mi sorpresa, esta pantalla tiene un menú de ajustes muy similar al que tienen los monitores de la misma marca, en vez de uno típico de TVs. Seguramente es así porque más que una TV, con su sintonizador de canales TDT y tal, está pensado como monitor de ordenador gigante.
Lo primero que hice es comprobar cómo estaba respondiendo hasta ese momento:
Como puedes apreciar, esta repleto de problemas. Empezando por la escala de grises, que está completamente desviada (fíjate en las marcas que he dibujado en el recuadro superior izquierdo). El canal azul se dispara y el verde cae en picado.
Por otro lado, aunque los primarios R, G y B están bastante bien, el C, M y Y se desmarcan mucho de su sitio. Lo he marcado con flechas en el mapa de color de la derecha. Visto esto, procedo a meter mano a la escala de grises en primer lugar hasta conseguir esto:
Y gracias a los ajustes de coordenadas del menú, pude conseguir esto:
Después de esta pantalla, pasé calibrar multitud de puestos de trabajo, equipados algunos con doble monitor (un HP Z32x y una Wacom Cintiq de 27″ y 24″) y otros únicamente con la Wacom Cintiq.
En el caso de los equipos con doble monitor, ya expliqué aquí en su día todos los problemas que me causó el Z32x (ver articulo). En estos monitores finalmente utilicé el sistema de calibración de la propia HP, orientado a video, con el fin de dejar ajustado la pantalla para Rec709. Mediante el software de HP, el resultado fue este:
En el caso de las Wacom, la calibración fue muy limitada ya que sólo tienen ajustes muy sencillos de ganancia RGB.
Vale la pena comentar el caso de la Cintiq de 27″. De entrada, la respuesta que proporcionaban era esta:
Aunque es limitada en ajustes, (y bastante farragosa, la verdad) pude llevar el verde a su sitio bastante bien, aunque el cyan no mejoró demasiado, como puedes ver al comparar la captura anterior con la siguiente:
En algunos puestos de trabajo contaban con un único monitor, un HPz27x, que no presentó ningún problema en particular, y que calibre utilizando el colorímetro de la marca, al igual que con el Z32x.
En la sala de edición de video principal se encuentra un equipo bastante respetable con cuatro pantallas.
Las dos del escritorio son monitores HP de gama normal, nada destacable en particular. Lo interesante es el monitor de previsualización de video, un SONY Trimaster OLED, que es el único monitor del mercado (o al menos el primero) que ya ofrece un panel OLED.
Para los que ya sabeis un poco de esta tecnología, os podéis imaginar que el negro es sencillamente brutal, con lo que el rango dinámico de este monitor está por encima de cualquier otro. La calidad de imagen es excelente, aunque también el precio es estratosférico, todo hay que decirlo. A nivel de calibración, no se puede esperar menos que resultados excelentes pero, eso sí, después de calibrar. Al comenzar, me encontré esta respuesta:
Como puedes apreciar, la escala de grises está muy desviada, asi como el C y el M. Pero después de afinar la escala de grises, al cosa cambió drásticamente:
A nivel color, algo similar:
Como nota curiosa, decidimos “proteger” los monitores contra las “zarpas” de algún incauto que al llegar a un equipo decida cambiar el brillo o algún otro parámetro, con un sencillo sistema. Sencillo, pero efectivo:
El plato fuerte vino al calibrar la sala de cine propia del estudio. Una sala de cine “como Dios manda”, pero de tamaño pequeño.
La pantalla tenía aproximadamente 3,2m de ancho y el proyector era un Christie DHD-700GS, conectado directamente a un amplificador A/V ONKYO, con la señal proveniente de un ordenador.
El proceso de calibración es laborioso porque la forma en la que están organizados los menús y los parámetros de este proyector es un tanto atípica, y me costó un poco al principio encontrar lo que buscaba. Pero con la ayuda del manual finalmente puede calibrarlo.
Al comenzar, en primer lugar examiné su respuesta:
Es un tanto limitado, ya que no permite actuar directamente sobre los seis primarios con toda la libertad que permite, por ejemplo, un “sencillo” BenQ W1700 (que analice aquí) que si ofrece el ajuste independiente de cada uno de ellos en sus tres ejes. Tampoco recuerdo haber visto un menú para calibración ISF, que ofrece todo mejor organizado y con menos trabas.
Una vez ajustada la escala de grises, el resultado fue este:
Y después de ajustar el color, quedó asi:
Es una tanto sorprendente que un proyector de esta categoría (profesional, orientado a salas de cine) y de este precio (unos 10.000€, para que te hagas una idea) no tenga unas opciones de control de imagen más completas, como muchos otros modelos de precio inferior. La verdad es que es un tanto chocante, pero es así.