Estamos viviendo una época en la que vemos una especie de migración multitudinaria hacia las mirrorless. Muchos fotógrafos, especialmente de los que llevan muchos años casados con las dos grandes (Canon y Nikon) están divorciándose y casándose de nuevo. Y parece que la más deseada es SONY.
Si les preguntáramos, nos contarían mil y una bondades de su nueva pareja, pero también es verdad que no todo el monte es orégano, y los problemas de enfoque y poca definición son bastante comunes.
Pero, si tienen tan buenas ópticas y un sensor tan extraordinario, ¿dónde está el problema? Bueno, indagar en la raíz del problema llevaría bastante más espacio del que preveo utilizar en este artículo, y se volvería excesivamente técnico, y no es mi intención en este momento.
Entonces, sin entrar en tanto tecnicismo, ¿dónde está el problema? Pues, básicamente en el software. Sí, como lo oyes, en el software. Concretamente, en el procesado de la imagen. En el revelado, vaya.
Y es que hoy día, la mitad del resultado lo determina la cámara, su óptica y su sensor, pero la otra mitad lo determina el software con que se procesa la imagen.
Pero demostraré con un ejemplo. Aquí tienes una foto tomada con una SONY Alpha y con una óptica top:
Esta tomada con un trípode muy sólido, mínimo ISO, diafragma intermedio y auto disparador, así que en principio las condiciones de la toma son óptimas. El enfoque está hecho mediante Live view, con lo cual no hay error de backfocus.
Aquí puedes ver un recorte de la zona central, procesado con Adobe Camera RAW (última versión) y con los ajustes por defecto:
Se puede ver que el aspecto es un bastante soft, que le falta nitidez. Si le meto un ajuste un poco más agresivo (75 de Cantidad y 50 de Detalle), el resultado gana mucha sensación de definición, pero también aparecen un montón de artefactos por todas partes:
Uno de los comentarios más escuchados es que la solución es sencillamente “no enfocar tanto”, y entonces así no aparecen los defectos. El problema es que el resultado es muy moderado:
Y, ¿cuál es la solución?
Pues aunque no lo creas, es sencillo: procesarlo en CaptureOne. Basta con abrir el mismo Raw para ver la diferencia, sin tocar absolutamente nada:
Como ves, la nitidez es ya bastante buena, claramente superior a la de ACR. Y eso que es la que se consigue con los ajustes por defecto. Aunque lo bueno viene cuando se le mete un poco de caña al enfoque:
¿Notas la diferencia? Como ves, el resultado es mucho más nítido y no han aparecido artefactos que degradan la imagen de forma alguna.
Y ahora, ¿por qué no le das una oportunidad al Capture One y empiezas a exprimir de verdad los RAW de tu SONY? Y de tu Fuji. Y de tu Olympus, de tu Nikon, de tu Canon…
Aprovecha ahora la promoción y ¡llévate Capture One para SONY y Fuji con un gran descuento!
¿Quieres descargarte el RAW de este ejemplo y probarlo tú mismo?
Suscríbete al newsletter y podrás descargarlo para experimentar con él como quieras.