Review de las Oculus Rift con panorámicas 360º y tours

Hace unos días que me han dejado para probar las famosas gafas de realidad virtual Oculus Rift y la verdad es que aún estoy experimentando y empezando a descubrir el potencial que tiene esta tecnología. Estas gafas pretenden hacer llegar al gran público las maravillas de la realidad virtual a un precio económico.

Hace ya unos cuantos años que se han visto diversos intentos de fabricar dispositivos para disfrutar de la realidad virtual, pero no han pasado de ser meras curiosidades tecnológicas “del futuro” que muchos hemos podido apreciar en algún museo. Eran aparatos que nos han permitido ver de qué va eso de la realidad virtual, pero lo cierto es que ni la calidad de imagen ni los contenidos disponibles han conseguido normalmente atraer al gran público. Por contra, eran aparatos enormes cuyo precio solía ser astronómico; absolutamente fuera de rango para un ciudadano medio.

La tecnología avanza rápido y ahora, en 2015, nos encontramos que hay un montón de propuestas interesantes que pretenden intentar de nuevo traernos la realidad virtual a casa. Pero esta vez parece que va en serio: las gafas disponibles tienen un precio asequible, la calidad de imagen no está nada mal y la cantidad de contenidos va en aumento exponencial. Hoy día las más conocidas son las Oculus (que comenzaron como una propuesta en Kickstarter y acabó siendo comprada por la mismísima Facebook, quien ha invertido 2000 millones de dólares en el proyecto), las Samsung Gear VR y las SONY Project Morpheus.

Probando las Samsung Gear VR

Las Oculus todavía no han salido al mercado, aunque se puede comprar el kit de desarrollo, como este que yo he tenido la suerte de probar. Y, ¿para qué pueden interesarle unas gafas de realidad virtual a un fotógrafo? Pues para llevar las panorámicas y, en especial, los tours virtuales al siguiente nivel. La experiencia inmersiva es realmente increíble. En estos días que he tenido estas gafas en casa han pasado varias amistades a verlas, y creo que no he oído tantas veces repetidas las palabras “que pasada!” y “alucinante” como en estos últimos días. No sé si con eso te haces una idea…

La instalación es sencilla y no revierte ningún problema. Una vez instaladas, las gafas se conectan al ordenador a través de los cables: un HDMI (para la imagen) y un USB (para otros datos). Una vez conectadas y funcionando, se pueden configurar de varias maneras. Lo primero que hay que hacer es dar de alta a cada usuario, poniendo su estatura y sexo. No sé exactamente para qué, pero imagino que con ello el sistema sabe de una manera aproximada la distancia interpupilar (la separación entre ojos, vaya), algo que es importante para apreciar el efecto inmersivo correctamente.

Una vez configurado te colocas las gafas, te ajustas la goma para que no se te caigan y puedas estar cómodo y ejecutas alguna de las aplicaciones. Por el momento prácticamente no hay aplicaciones a la venta, sino que parece que todo está en fase de testeo. Si vas a RiftEnabled puedes ver un montón de aplicaciones y juegos para descargar y probar.

Una de las primeras que he visto es Tuscany, una demo tecnológica que te teletransporta a una bonita casa en la Toscana, y realmente puedes apreciar un montón de detalles, tales como mariposas revoloteando alrededor, una brisa meciendo los árboles, el mar al fondo, una fuente delante de la casa, etc… Puedes moverte por el lugar, entrar en la casa e incluso subir a la segunda planta se asomarte al balcón. La sensación inmersiva es difícil de describir. Poder girar la cabeza y ver lo mismo que si estuvieras allí y girases la cabeza te hace creer que realmente estás alli. Si además te pones auriculares, el sonido aún enfatizará más la sensación.

Las gafas se componen de dos pantallas cuya resolución suma en total un FullHD (es decir: cada pantalla tiene 960×1080) y están equipadas con giróscopos.

También toda una malla de puntos externos que permiten al sensor que las acompaña hacer un tracking de los movimientos de tu cabeza:

Por ejemplo, si mueves tu cuerpo hacia delante como si fueras a asomarte por una ventana, dentro del entorno virtual también haces el mismo movimiento, y si estuvieras delante de la ventana, te asomas también por ella. Increíble, de veras.

La calidad de imagen es buena, aunque se aprecia el píxel de las pantallas. Creo que la definición es superior a la de la Samsung Gear, aunque no muy superior. En ese sentido, creo que verdaderamente le va a venir muy bien un aumento de resolución. Como mínimo, que cada una de las dos pantallas se dupliquen a 1920x 2160, aunque eso va a requerir bastante potencia gráfica en el ordenador.

En mi sobremesa, un equipo bastante potente equipado con una tarjeta gráfica muy “musculosa”, la AMD Radeon R9 270, todo se ve con una fluidez perfecta, pero en mi portátil, que data de 2011, aúnque lleva una nVidia Quadro M2000 se ve un poco a saltitos, salvo si desactivo completamente la pantalla del propio portátil y dejo únicamente la de las Oculus. Eso demuestra que se va a necesitar un mínimo relativamente alto de potencia gráfica, especialmente con portátiles.

Otra demo aún más espectacular es DeepEcho, con la que te metes en una especie de batiscafo que te lleva hasta las profundidades del mar en una especie de misión en la que tienes que reparar una especie de estructura submarina que se ha derrumbado. Es tan realista y te metes tanto dentro de la situación que incluso se produce una cierta claustrofobia el estar dentro de una nave tan pequeña a tanta profundidad.

DeepEcho, una espectacular demo de las posiblidades inmersivas de la realidad virtual.

Después de explorar las posibilidades, decidí ver qué aplicación pueden tener con la fotografía panorámica y los tours. Resulta que los softwares actuales todavía no ofrecen ninguna posibilidad, pero existe ya una versión Beta de krpano (uno de los más conocidos de generación de panorámicas y tours) que ya es compatible con un estándar nuevo llamado WebVR que permite llevar estas panorámicas a las gafas directamente desde el navegador. Es decir, sin necesidad de instalarse en ninguna aplicación especial donde haya que cargar previamente las panorámicas en cuestión.

Pues bien, he conseguido superar las dificultades y preparar no sólo una panorámica, sino un sencillo tour virtual de la isla de Menorca para que pueda verse con las gafas. Puedes ver el tour aquí:

Uno de los primeros tours virtuales ya compatibles con las Oculus y con gafas VR.
Hacen falta versiones especiales de los navegadores Chromy y Firefox para poder verlo en las gafas.

Si accedes con tu navegador también podrás verlo, pero si tienes estas gafas y las conectas, puede sumergirte dentro. No lo he podido probar con smartphones acoplados a gafas (Samsung Gear, Cardboard, VR One…) pero, por lo visto, también es compatible.

Ten en cuenta que necesitas Chromium o MozVR, unas versiones especiales de los navegadores Chrome y Firefox respectivamente, compatibles con el estándar WebVR. Yo he usado Chromium (concretamente la versión llamada Chromium_WebVR_Win_SDK_0.4.4.7z) y me ha funcionado perfectamente en Windows 8. También hay versiones para Mac y Linux.

Es necesario que tengas configuradas las gafas en el modo Extended Desktop y desactivada la compatibilidad con el DK1.

Una vez abres el tour en dicho navegador, basta que pulses el botón ENTER VR que verás en la parte superior, y el tour pasará a verse directamente desde las gafas.

UPDATE: Con los últimos smartphones ya es posible verlo directamente usando gafas simples como las Google Cardboard o las Homido, sin más. Simplemente abriendo el navegador y activando el «modo de gafas».

Es sorprendente ver que lo que realmente muestran las pantallas integradas de las gafas es esto:

Pero cuando te las pones, lo que tu ves es esto otro:

Es decir, tu sensación es que todo se ve normal, como si estuvieras realmente alli.

Es muy curioso cómo han modificado el sistema de enlaces (hotspots) para moverse por las diferentes estancias. Hasta ahora, simplemente se hace clic encima del icono correspondiente para desplazarse a otra estancia, pero aquí no existe el concepto del ‘clic’, porque cuando estás mirando con las gafas no quieres estar sujetando un ratón. En vez de esto, en el centro de tu campo de visión hay una especie de punto de mira que basta que dejes unos segundos encima del icono correspondiente para que te lleve a esa estancia. Simple y efectivo.

En fin, es una tecnología que creo que está a punto de eclosionar y que va a invadir nuestras vidas seguramente mucho más pronto de lo que en estos momentos pensamos. Casi como cuando apareció el iPhone, que de repente trajo las pantallas táctiles a nuestras vidas y supuso una verdadera revolución.

Pues bien, estas gafas podrían revolucionar más aún si cabe nuestra vida digital. Sólo el tiempo lo dirá. Pero, por si acaso, yo me voy preparando…