Calibrando un HP Dreamcolor Z27x para video profesional
Recientemente tuve ocasión de estar en el estudio del colorista profesional Carlos Sanjuan para calibrar un monitor HP de la serie Dreamcolor, muy conocida en el ámbito del video profesional. Concretamente se trataba del modelo de 27 pulgadas, el Z27x.
El monitor estaba conectado directamente a una tarjeta Blackmagic conversora de video, desde HD-SDI 10bits a HDMI. Todo ello, gestionado por una estación de trabajo equipada con una mesa Tangent Element y DaVinci 12.
Como ya expliqué en otro post, este monitor lleva un sistema integrado de calibración totalmente autónomo, que funciona conjuntamente con el calibrador de la propia marca, un modelo idéntico al i1Display de X-Rite.
Antes de empezar hice una verificación de la reproducción cromática usando CalMAN 5 y mi espectrofotómetro EyeOne Pro2 y vi que estaba ligeramente desviada del estándar más utilizado en video HD, el Rec709 (un estándar muy parecido al sRGB). No demasiado desviado, pero lo suficiente como para plantearse calibrar de nuevo. Así pues, realice el proceso de ajuste completo después de calibrar manualmente el brillo y hacer algunos cambios en la iluminación de la sala.
Una vez hecho, hice de nuevo la verificación y el resultado, aunque fue distinto, no mejoró sustancialmente. Digamos que las desviaciones de color originales desaparecieron pero las nuevas eran de una magnitud similar.
El resultado de la calibración con el monitor conectado a través de la conversora HD-SDI>HDMI.
Los gráficos de barras de la parte inferior indican la desviación de cada color: cuanto más alta la barra, mayor desviación.
Al ver esto, decidimos retirar temporalmente la conversora HD-SDI a HDMI y conectar el monitor directamente a la tarjeta de vídeo Blackmagic integrada en el propio equipo (una Deklink), para comprobar si la causa de estas desviaciones de color fuera debida al procesamiento de señal que hace esta tarjeta. Repetí la verificación y comprobamos con sorpresa que la reproducción cambiaba ligeramente, aunque no es que mejorara, sino que el error se “movía de sitio”.
Después de quitar temporalmente la tarjeta conversora pude comprobar que el resultado seguía estando mal,
pero de otra forma diferente.
Lógicamente, volvimos a conectar la tarjeta conversora de nuevo. De haber tenido algún otro monitor que permita adentrarse en los menús para ir tocando manualmente cada color primario por separado, hubiera podido ajustar finamente la respuesta de color hasta dejarla en su sitio. El problema es que este monitor Dreamcolor tiene un menú bastante cerrado, en el que apenas se puede tocar el brillo y poco más. Básicamente es cuestión de conectar su propio calibrador, arrancar el proceso y cruzar los dedos para que salga bien, porque si no es así, no hay nada que hacer.
Es por esa razón que desaconsejo tanto este monitor como su “hermano pequeño” de 24 pulgadas (especialmente este último por no integrar este sistema aunque la publicidad hace creer lo contrario). No es que no sean buenos monitores; el problema es que desde su menú están tan limitados en lo relativo a la calibración de color, que no permiten corregir manualmente nada. Pero lo cierto es que la gama de color es muy amplia, el panel es muy bueno y francamente se ven muy bien.
En ese sentido, encuentro que los NEC de la serie Multisync y Spectraview PA son monitores mucho más capaces de resolver situaciones como estas, porque en su menú sí se puede ajustar cada uno de los seis primarios en los tres ejes de color. También los DELL que tienen gama Adobe RGB tienen prestaciones similares (como el U2413 o el U2713H), aunque son inferiores a los NEC. Ambos superan ampliamente a estos Dreamcolor en este apartado. Y, sorprendentemente, por un precio similar o inferior.
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