Texto y fotos: Hugo Rodríguez.
Profesor de técnica fotográfica.
No hace falta conocer sus especificaciones
para saber que la Olympus Om-4 Ti es buena. Se ve. Solo con echarle un
rápido vistazo, se nota un aire profesional, pero de los de antes.
La Olympus Om-4 Ti es una réflex de gama alta que ya salió
al mercado hace años y responde al concepto de cámara mecánica,
pero con prestaciones muy por encima del resto en su categoría.
El cuerpo
Sobrio, elegante, pequeño y ligero
podríamos decir que lo más destacable del cuerpo de la Om-4
Ti. Uno de los primeras detalles que llaman la atención en una
Olympus de la serie OM es que el disco de velocidades está en la
propia bayoneta para el objetivo, con lo cual "despeja" un poco
la parte superior, quedando mas espacio para otros mandos.
En el cuerpo de la Om-4 Ti se ha utilizado titanio en los paneles exteriores
para dar mas durabilidad a un cuerpo que, de por si, ya es bastante duradero
gracias a que esta enteramente fabricado en metal. Es éste titanio
la diferencia entre la Om-4 a secas y la versión Ti, que se puede
encontrar en color champagne y negro. Además se ha prestado especial
cuidado a la estanqueidad colocando juntas de goma en todas las partes
susceptibles de dejar paso al polvo o gotas de lluvia. Las dimensiones
son bastante pequeñas para lo que estamos acostumbrados hoy día,
y el peso todavía menos: apenas 510 gramos.
A los mandos
Los mandos y botones son un tanto inusuales
y configuran una cámara a la que hay que hacerse para poder trabajar
con soltura, pero una vez familiarizado, proporcionan satisfacciones que
pocas cámaras pueden dar a su poseedor. Pasemos a verla en detalle.
Comenzando por la parte superior, como de costumbre, vemos en la zona
de la izquierda el dial de sensibilidades (de ISO 6 a 3200, sin posición
DX) que también permite introducir una compensación desde
-2 hasta +2 EV en tercios. El ajuste de la compensación es sencillo
- con tan solo girar el disco- pero el de la sensibilidad - se consigue
tirando del dial hacia arriba y luego girando- podía estar mejor
pensado ya que al variar la sensibilidad, también varia la compensación,
lo que implica que cada vez que la variamos tenemos que corregir la compensación
para dejarla como estaba. No es un gran defecto, pero debería ser
mas sencillo, como es el caso de muchas otras cámaras manuales.
Junto
a este disco, o mejor dicho concéntrico a este disco, encontramos
una palanca con tres posiciones: "Auto", "Manual"
y "Battery check". Como se puede ver, son tres funciones que
casi no necesitan explicación; funcionan de igual forma que en
muchas otras cámaras. Lo sorprendente va por dentro...
En la zona de la derecha encontramos la palanca de avance de la película
junto al botón de disparo, bien dimensionado, con rosca para cable
disparador estándar y un tacto muy correcto. Este botón
lleva un disco concéntrico alrededor que se puede girar en ambos
sentidos gracias a un pequeño resalte. Si se gira éste hacia
la izquierda, se introduce una medición en la memoria, mientras
que si lo giramos en el otro sentido, borramos esta medición y
todas las demás que tuviera memorizadas. Gracias a este disco y
a 3 pequeños botones sitos justo al lado, se maneja uno de los
sistemas de medición reflejada mas perfectos de los que una réflex
puede presumir. Y ese honor lo tiene la Om-4 Ti casi exclusivamente. Este
sistema permite tomar varias mediciones puntuales, en concreto hasta un
total de 8, para dejar que la cámara realice una media en función
de los 8 valores que medimos. Tomando medidas de los diferentes tonos
de la escena, desde un extremo hasta el otro (en términos de luminosidad,
claro) permitimos a la Om-4 Ti calcular la exposición más
adecuada. Para efectuar una medición puntual (del 2% del fotograma)
basta con pulsar el botón redondo marcado con "Spot",
situado justo al lado del disparador. En ese momento, aparece en el visor
la indicación "spot" y un puntito sobre la escala de
exposición. Por cada pulsación aparece un nuevo puntito
en la escala, hasta un total de 8, y la exposición comienza a variar
manteniéndose en todo momento en el valor medio para el total de
mediciones efectuadas hasta el momento.
Junto
al botón mencionado, hay otros 2 más, de tamaño y
forma diferentes para poder "encontrarlos" sin mirar. Uno de
ellos, marcado con "Hi.light" permite, al tomar una lectura
de las luces con detalle, modificar la lectura del fotómetro automáticamente
-sobreexponiendo 2 pasos- para evitar que queden grises. El otro, marcado
con "shadow" realiza la misma operación pero con las
sombras, esta vez subexponiendo 2 pasos la lectura del fotómetro.
Muchas y, sobre todo, utiles funciones engloban estos discretos botoncitos.
Lo más curioso de todo es que se da uno cuenta que con esto y poco
más se equipa uno de los mejores sistemas de medición de
una cámara réflex. Y la pregunta del millón surge:
¿y porque los fabricantes no lo incorporan a sus modelos actuales?.
Aunque aqui debemos exceptuar a Canon, que dota a algunos de sus modelos
con algo similar.
El visor
Una buena cámara no lo puede ser
sin un buen visor, y la Om-4 no iba a ser una excepción. Con un
campo de visión del 97%, un aumento de 0,84, corrector de dioptrías,
información abundante y bien presentada en su pantalla digital
interna, no se puede calificar mas que de excelente. Como su hermana la
Om-1, ya analizada en esta sección, cuenta con uno de los visores
mas cómodos de todos los que se pueden encontrar en las réflex
de 35 mm. En realidad, en el apartado "tamaño de imagen en
el visor" le gana la Om-1, con un - único en su categoría-
aumento de 0,92.
La claridad de la pantalla de enfoque no es como las actuales, pero la
definición si está a la altura, aun teniendo en cuenta que
ya tiene sus años...
La información es muy clara y útil para los entusiastas
del control manual total y el sistema de zonas. Se muestra horizontalmente
la escala de velocidades (aunque solo aparece la velocidad en curso) y
justo encima, la escala de exposición. Se echa en falta la indicación
del diafragma. En todo momento podemos ver en que zona quedará
esto de aquí y/o aquello de allá, gracias al sistema multipuntual
antes comentado. La tranquilidad que proporciona tener toda la escala
completa a la vista es impagable, evitando el tener que echar cuentas
de memoria. Que si las luces están a f/8, las sombras a f4 y 1/
2, saca la tabla de velocidades y diafragmas, y empieza a echar las cuentas,
etc, etc. Algo que con muchas otras no esta muy bien resuelto (salvo contadas
excepciones) con la Om-4 Ti es trivial; tan sencillo que se torna algo
mecánico.
Además, se incluyen indicadores específicos para aviso de
sobreexposición, compensación, flash conectado, utilización
de los botones "Hi.light", "Shadow" y "Spot".
También se indica si hay en la memoria alguna medición puntual,
además del correspondiente puntito en la escala, tanto dentro del
visor como fuera, con un led rojo parpadeante. Es sorprendente saber que
la Om-4 Ti es capaz de mantener los datos en memoria hasta ¡1 hora!
salvo que cambiemos de óptica. Por si fuera poco, incluye indicadores
de la exposición del sistema de flash TTL, en caso de que hubiera
quedado sobre o subexpuesto.
El sistema de medicion
No podíamos olvidar la característica
que posiblemente más fama ha reportado a esta maravilla, su sistema
de medición en tiempo real. Es un sistema que mide la exposición
mientras esta ocurre, capaz de modificar la velocidad de disparo en tiempo
real y dotado de una sensibilidad absolutamente fuera de serie: hasta
un EV -5, cuando la elite de las réflex actuales no alcanzan ni
un EV -2. No hace falta decir que para fotografiar con luz escasa es lo
mejor que hay con diferencia. El sistema funciona de forma muy similar
al de un sistema de flash TTL, solo que éste lo hace con la luz
ambiente. Está equipado con un sensor situado debajo del espejo
que mide la luz reflejada por una cortinilla especial cuando el obturador
esta cerrado. Cuando se abre, sigue midiendo y monitorizando la exposición,
mientras que los sistemas actuales simplemente han programado el tiempo
de disparo y ese será el que se efectúe, tanto si la luz
cambia como si no.
Además, y por si fuera poco, el sistema de flash también
es TTL (utiliza el mismo sensor) y dotado de FP, es decir, que puede sincronizar
por encima de la sincro real (que es 1/60) hasta llegar a la máxima
velocidad, 1/2000 de segundo.
Conclusión
Una "autentica maravilla"
es el único adjetivo que se nos ocurre para calificar a la Olympus
Om-4 Ti. Con razón es una de las pocas cámaras manuales
que todavía provocan suspiros entre los entendidos. Y no es para
menos. Las pocas que se encuentran en el mercado de segunda mano "vuelan"
al poco tiempo.
Con todas estas prestaciones, se la puede elevar, y nunca mejor dicho,
al "olimpo" de las réflex, y eso sin hablar de las ópticas.
Los objetivos Olympus son...como deben de ser: robustos,, con todas las
escalas, suaves, de excelente calidad óptica y... con algunas joyas,
como el 8 mm Fisheye o el 55mm f/1,2 que hemos probado. También
hay que hacer hincapié en la gran cantidad de objetivos y accesorios
específicos para fotomacrografía, campo en el que Olympus
se movía con soltura.
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