Nikon D1H |
Texto y fotos: Hugo Rodríguez. De las recientes incorporaciones que Nikon ha efectuado a su gama de digitales, sobresale por encima de todas la flamante D1X. Pero la D1H, versión "hiperrapida" de la famosa D1, también tiene prestaciones muy interesantes por ofrecer aunque, que duda cabe, su hermana la D1X acapara la mayoría de las miradas. El cuerpo Si comparamos las especificaciones sobre
el papel, las diferencias entre la D1 y la D1H son pequeñas, pero
útiles y efectivas: mayor velocidad en ráfagas, mejor pantalla
TFT, mejor previsualización y gestión de las imágenes
desde la propia cámara, mejor pantalla de enfoque, más ajustes
personalizados, software de captura incluido con la cámara y algún
detalle más. Mejoras del sistema Aunque en principio no parece haber más
mejoras entre la D1 y la D1H, si se miran con detenimiento, existe un
respetable número de pequeñas mejoras que hacen de la D1H
no sólo más rápida, también es más
compatible, más fácil de usar, más versátil
y más completa. El CCD tiene las mismas dimensiones y el mismo número de píxels que la anterior D1 (23,7 x 15,6 mm y 2,66 millones de píxels efectivos). El tamaño de la imagen resultante es por tanto igual (2000 x 1312 píxels), suficiente para conseguir copias impresas a un tamaño de 11 x 17 cm y una resolución de salida de 300 ppp. No tiene una calidad de las de "tirar cohetes", pero tampoco va destinada a crear copias de exposición, sino a medios de difusión rápidos, donde normalmente no se pide tanta calidad. Si la resolución de salida es de 200 ppp, el tamaño de la copia impresa es de 17 x 25 cm mientras que si reducimos la resolución hasta los 72 ppp (típica de periódico), el tamaño alcanza los 46 x 70 cm. Para llenar una doble pagina (A3, 42 x 29 cm) de revista, la resolución de salida será de 110 ppp, muy justa, y para una pagina simple (A4, 21 x 29 cm) la resolución de 170 ppp es a menudo suficiente. Gracias a un diseño del CCD similar,
aunque totalmente renovado, la fidelidad de color y el ruido se han reducido
con respecto a la D1 original. Además ahora ofrece la posibilidad
de elegir entre dos modos de color en función del espacio cromático
del entrono informático que se vaya a utilizar: sRBG y Adobe RGB.
Lo que no ha mejorado en absoluto es el tamaño del sensor, muy
similar al formato APS, que aumenta la distancia focal 1,5 veces aproximadamente
y obliga a utilizar objetivos de menor focal para conseguir el equivalente
al formato 35mm. Lo peor de todo aparece al usar angulares, ya que para
conseguir un 24 o un 20 mm hacen falta un 16 y un 13 mm (respectivamente).
Desconozco las razones que llevan a los fabricantes a solucionar estos
problemas lanzando nuevos, mejores (y bastante mas costosos) angulares
y no a fabricar sensores CCD de las mismas dimensiones que un negativo
estándar o, alternativamente, sistemas ópticos correctores
de focal, como es el caso de Contax. Lo que está claro es que no
es el camino a seguir; una cámara digital basada en un cuerpo de
paso universal y sus ópticas debe tener un CCD del mismo tamaño. Software También se han incorporado mejoras
al software de la D1H que permiten mejorar su operatividad, como por ejemplo
la elección del idioma: inglés, francés, alemán
y japonés (el español brilla por su ausencia...) y bastantes
funciones personalizables. Conclusión La verdad es que la Nikon D1H es
una cámara digital con una cantidad de prestaciones abrumadora:
la lista de funciones y ajustes diferentes requeriría de un artículo
muy extenso para realizar un análisis exhaustivo. Aunque la evolución
lógica de la D1 es la D1X, la opción D1H es una buena idea
ya que exprime las posibilidades de este tipo de cámaras y mejora
principalmente uno de sus puntos débiles, la rapidez, sobre todo
en su almacenamiento. En el apartado negativo, el pequeño CCD es
una de las escasas críticas que se le pueden hacer, junto a la
escasa duración de la batería, que por otro lado se carga
en un tiempo record. |