Objetivo AF-Nikkor 80-400mm f/4-5.6 VR

Nikon se ha decidido a entrar en el "ring" de las ópticas con estabilizador para comenzar a competir cara a cara con las de Canon que, aunque recientes, llevan ya algún tiempo en el mercado. Desde luego, los estabilizadores de imagen son el futuro de los objetivos: permiten utilizar velocidades de obturación mucho más lentas de lo común pero utilizando la misma sensibilidad de película, lo que permite mantener el tamaño de grano. Es como si tuviéramos una película 3 pasos más sensible, pero con la misma definición y grano.
Mucho se ha hecho de esperar este nuevo objetivo. Desde que Nikon incorporó por primera vez en una cámara fotográfica un estabilizador de imagen con aquella cámara compacta, la 800VR, hasta estas navidades en que ha aparecido definitivamente en el mercado el objetivo que hoy analizamos, ha pasado "un buen rato". Lo extraño es que después de aquello, parecía que sólo Canon se había interesado por el tema y Nikon, en cambio optaba por guardar el sistema en el baúl de los recuerdos. Pero afortunadamente, no ha sido así y la verdad es que la reentrada de Nikon es espectacular: el nuevo objetivo tiene una acertada y amplia gama de focales, excelente construcción, extraordinarias lentes y, como veremos en este artículo, un estabilizador con unos resultados muy sorprendentes...

Construcción

El cuerpo del objetivo se enmarca dentro de la gama mas alta de Nikon, es decir, todo metal. Sus dimensiones son bastante contundentes, con decir que pesa 1 kilo y 330 gramos y es más grande que el propio AF-S 80-200 f/2,8, uno se puede ir haciendo una idea; y eso con el zoom recogido, con él extendido es imposible pasar desapercibido. El acabado y el tacto son perfectos; el equilibrio de masas, aunque no lo parezca, también. El AF-Nikkor 80-400 VR es un objetivo que tiene, aparte de 2 aros con los que manejamos respectivamente el zoom y el foco, multitud de aros y selectores. Es tal la cantidad que a este ritmo va a empezar a ser necesario echar una lectura al manual de instrucciones...
Junto al aro de enfoque, que es muy cómodo de manejar gracias a su gran tamaño y buen tacto, tenemos un pequeño aro con 4 posiciones, 2 para foco manual y otras 2 para el foco automático. Para cada tipo de foco, tenemos la posición normal y la posición de bloqueo, marcada con una "L" (Locked). Si colocamos el aro en cualquiera de las 2 posiciones "L" bloqueamos el foco en el punto donde esté en ese momento; en las otras posiciones para foco manual y AF, el funcionamiento es el normal, sin novedad alguna. En el lado izquierdo tenemos, junto a este aro, un selector con las posiciones "Limit" y "Full", que nos permite intercalar un bloqueo en mitad del recorrido del aro de enfoque para limitar el movimiento sin control del foco cuando la cámara no encuentra lugar alguno donde fijar el mismo.
Algo más cerca del cuerpo esta situado el aro del zoom, con un recorrido, de extremo a extremo, casi "maratoniano". Entre que está algo duro de accionar (suponemos que con el uso se suavizará) y que tiene tanto recorrido, la tarea de ir de un extremo al otro de focales se vuelve un tanto lenta y pesada. Eso si, las focales están bien marcadas y diferenciadas.

El sistema VR

Pero entremos a fondo con su sistema estabilizador. El sistema VR se activa mediante un selector de 3 posiciones situado a mano del pulgar de la mano izquierda, con la que sujetamos el 80-400. Con una de las posiciones se desconecta el sistema, y con las 2 restantes se activa de 2 formas diferentes, y es aquí donde los señores de Nikon han aportado algo nuevo con respecto a lo que ya ofrece Canon. Una de las posiciones, la intermedia, activa el sistema, pero no se aprecia por el visor, solo en la foto, con lo que se ahorra pila (y es un detalle muy importante, más que nada porque el sistema consume bastante pila) y además se evita el curioso problema que aparece con las ópticas con estabilización: pueden producir un poco de mareo. La otra posición activa el sistema al mismo tiempo que se activa el fotómetro, lo que consume más energía, pero permite ver el efecto en el visor. Activado de esta última forma, por el visor se aprecia la estabilización, pero de forma parcial, es decir que se aprecia pero en menor medida, y solo en el momento de pulsar el disparador a fondo para realizar la toma, el sistema se emplea a fondo. De esta forma, también se ahorra pila y se reduce el posible "mareo". Según dice la propia firma, el sistema es capaz de obtener fotografías nítidas a 3 velocidades por debajo de lo que sería lo normal a pulso, es decir que a 80mm, se puede disparar a 1/10 seg. y a 1/50 para la focal de 400mm.
Las pruebas realizadas con este objetivo son sorprendentes, y sólo caben dos conclusiones: o en Nikon se han quedado "cortos" con sus afirmaciones o un servidor tiene muy buen pulso y se da cuenta ahora. He disparado varias escenas, sobre todo a 400mm, utilizando velocidades comprendidas entre 1/15 de segundo y 1/125 tanto con el sistema activado como desactivado. En una prueba, realizada con el mismo encuadre de la misma escena con la focal de 400 milímetros se dispararon, con cámara Nikon F5 y trípode profesional, una serie de fotos con el sistema VR desactivado a diferentes velocidades con cable disparador y algunas con cierre de espejo. Otras se dispararon a mano, también con diferentes velocidades y con y sin VR. El resultado es el siguiente: a partir de 1/30 para arriba y con el sistema VR activado todas las fotos están nítidas, y según promete Nikon, eso ocurre a partir de 1/50 de segundo. Pero lo más increíble es que sin activar el sistema VR, a partir de 1/60 las fotos han salido nítidas. No perfectamente nítidas, eso sí, pero nítidas. Tal vez es esta una de las explicaciones al "milagro", la otra podría ser que como el reparto de pesos o equilibrio de masas es muy acertado, aun hablando de un objetivo de semejantes dimensiones y peso, contribuye tanto que permite obtener semejantes resultados. El sistema VR funciona tanto en encuadres horizontales como en verticales.

VR desactivado. v: 1/15

VR activado. v: 1/15

VR desactivado. v: 1/60

VR activado. v: 1/60

Cuando se efectúan barridos, el sistema "reconoce" lo que se está haciendo y estabiliza solo el barrido, es decir que lo hace sólo en el sentido opuesto al giro; en el caso más normal sería en vertical si el movimiento es horizontal.
El gran defecto del sistema VR, y que hará rabiar a muchos usuarios, es curiosamente la compatibilidad (que en Nikon siempre ha sido uno de los mejores argumentos de compra). Este objetivo sólo funciona montado en los cuerpos F-80, F100, D1 y F5. Los usuarios de, por ejemplo F90X y F70, se tendrán que aguantar o comprar uno de estos cuerpo si quieren disfrutar del sistema VR. ¿Porqué esta gravísima falta de incompatibilidad? Tal vez sea marketing, tal vez ingeniería...
El autofoco es rápido, sobre todo con cuerpo como de alta gama como puede ser la F5, pero sin llegar a tener la velocidad y silencio de la gama AF-S. Las lentes utilizadas para este AF Nikkor 80-400 VR incluyen las denominadas "ED" (Extra low Dispersion, ultrabaja dispersión), fabricadas con vidrio de fluorita, uno de los mejores y más caros de entre los que se emplean para los objetivos fotográficos y de los que se hace "gala" en la placa dorada que este objetivo lleva en la parte frontal.
También tiene un collar giratorio para trípode que además es desmontable. Es un complemento imprescindible en ópticas como esta, para poder sostener desde el centro de gravedad el conjunto, y con la ventaja de que al ser desmontable no ocupa mas espacio del necesario en la bolsa, ni entorpece el manejo de los aros de zoom y foco cuando se utiliza a mano.

Conclusión

Excelente es el único calificativo posible para este objetivo. Gama de focales "potente", extraordinaria estabilización óptica, buen reparto de pesos, excelente fabricación y acabado y muchas opciones de manejo son sus credenciales, que sin duda no son pocas. Las únicas pegas de este zoom son su gran peso y dimensiones, que se tornan casi escandalosas en la posición de 400 milímetros. Nikon ha entrado tarde en este campo de las ópticas con estabilización, pero con buen pie. Solo cabe esperar que no se duerman en los laureles y continúen ampliando la serie con nuevas ópticas de este tipo, y la siguiente debería ser, por lógica, un zoom normal del tipo 28-105 o similar, que si tiene un precio asequible, se venderá como rosquillas...

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