MINOLTA 9000
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Texto y fotos: Hugo Rodríguez Minolta puede estar orgullosa de haber abierto por primera vez la puerta del autofoco en una réflex con la 9000 AF, en 1985. Hoy, trece años después, los sistemas autofoco han progresado hasta cotas cercanas a la ciencia-ficción para un fotógrafo en aquel año. Y no por ello la Minolta 9000 deja de ser interesante para un fotógrafo hoy.
La gama de velocidades es amplia: de 30 segundos hasta 1/4000 de segundo en pasos de uno o medio punto según el modo de exposición. Los modos de exposición son los siguientes: manual, programa desplazable, prioridad de diafragma y de velocidad. Se seleccionan girando un gran disco situado a la derecha del pentaprisma, que tiene en su centro un panel informativo LCD que curiosamente proporciona menos información que el panel interior. En los modos A y P la velocidad es infinitamente variable, en cambio está graduada en pasos completos en los modos S y M. Como demuestra la velocidad de 1/4000, el obturador no es manco y menos aun con una velocidad de sincronización de flash de 1/250, a la altura de las cámaras actuales más punteras. La medición puede seleccionarse ponderada al centro
o puntual girando el mando de rebobinado de la película, situado a la
izquierda del visor, que por cierto es el más ingenioso y simpático que
hayamos visto. Al lado de la posición "spot" nos encontramos
dos posiciones más, una para luces (Highlights) y otra para sombras (Shadows),
marcadas con una H y una S. La medición en este caso continua siendo puntual,
pero al pulsar el botón AEL (bloqueo de la medición) ocurren dos cosas
simultáneamente: se varía la medición en 2 pasos, sobre o subexponiendo
según sea luces o sombras, y se bloquea dicha medición. Es una característica
extraordinariamente útil y practica puesto que nos permite medir rápidamente
sobre las sombras al usar película negativa y sobre luces al usar diapositivas.
También a la izquierda del visor encontramos el botón de compensación
de la exposición y el pulsador para ajustar la sensibilidad de la película.
Ambos se usan en combinación con el dial de selección de la velocidad
de disparo. El rango de compensación es de 4 pasos arriba y abajo, escalonados en ½ de punto, y el margen de sensibilidad ISO ajustable manualmente está comprendido entre 6 y 6400 (de 25 a 5000 con código DX). Acoplando el motor MD-90, que utiliza nada menos que 12 pilas para su funcionamiento, aumenta tanto la ergonomía en horizontal y vertical como la velocidad de disparo (lógicamente)que alcanza 5 f.p.s. El MD-90 lleva un contador de exposiciones y un selector de 5 posiciones de disparo. Otras prestaciones que nos ofrece la 9000AF son la multiexposición, el terminal para sincro de flash PC, el mando de comprobación de profundidad de campo, la conexión para cable disparador o control remoto, las pantallas de enfoque intercambiables, autodisparador electrónico de 10 segundos de retardo, respaldos intercambiables (incluyendo un impresionante respaldo multifunción) y control del destello flash TTL. La variedad de ópticas utilizables es extensa, admitiendo cualquiera de las fabricadas desde que salió al mercado ésta semiprofesional hasta las últimas del catálogo Minolta. Para la prueba hemos utilizado el AF 50mm 1.7 y el AF 28-70mm 2.8G. ¿Conclusión? Se agradece el despliegue tecnológico que en su
día Minolta insufló a la 9000AF para que hoy día sus características más
importantes, tanto mecánicas como electrónicas merezcan una calificación
de notable, algo que sin duda no podríamos decir de un ordenador de 1985
en la actualidad si nos permiten la comparación. |