Metz 54 MZ-3: La supremacía del destello |
||||||||||||||||||||
Texto y fotos: Hugo Rodríguez. Profesor de técnica fotográfica. La prestigiosa y veterana firma alemana Metz acaba de sacar al mercado el nuevo flash de reportaje que se puede clasificar en la gama mas alta tal como prometen sus credenciales y hemos podido comprobar. Innumerables prestaciones, casi hasta saturar, configuran lo que posiblemente es el flash de reportaje mas avanzado hoy día. Con decir que tiene luz de modelado es suficiente para situarlo en la posición mas alta del "ranking" actual, pero aun guarda muchas e interesantes prestaciones mas... Diseño y ergonomía por encima de todo Si de algo puede presumir a primera vista este avanzadísimo flash es de una ergonomía y limpieza en el diseño fuera de lo común. Una de las novedades mas llamativas a primera vista es el "nuevo" formato tipo cobra, que no es habitual en los flashes Metz. En la parte posterior tan solo encontramos la pantalla digital, el interruptor de encendido y apagado, tres botones, un piloto luminoso y...un dial giratorio. Y es a través de los dos botones y el disco con los que podemos acceder a los numerosos modos de funcionamiento y prestaciones. Que un servidor sepa, es la primera vez que un dial electrónico se incorpora a un flash electrónico. En los modelos de la gama anterior la parte posterior esta sembrada de botones, que junto a la pareja de pulsadores "+" y "-" permiten ajustar y/o activar las diferentes opciones, cosa que con el nuevo dial se ha simplificado enormemente, ya que todo se basa en la utilización de éste. Funcionamiento Pulsando el botón "mode" repetidamente alternamos entre funcionamiento automático, manual, estroboscópico y TTL. Una vez parpadea el modo deseado, pulsamos el dial...¿pulsamos el dial?. Si, es decir, empujamos el dial hacia dentro, porque además de un disco, es un botón. Con esta pulsación confirmamos finalmente el modo elegido. Seguidamente, tal y como se aprecia en la mitad derecha de la pantalla digital donde se encuentran los ajustes de (de arriba a abajo) sensibilidad, posición del cabezal zoom, diafragma y potencias parciales, podemos modificar cualquiera de estos valores con solo girar el dial para seleccionar el que nos interesa (un indicador triangular se sitúa junto a cada uno de ellos), pulsamos el dial, giramos de nuevo para modificar los parámetros y finalmente volvemos a pulsar el dial para confirmarlos. Y prácticamente todas las funciones del flash se manejan con este dial. La ventaja es que una vez acostumbrados es rápido y, sobre todo, muy intuitivo. Otra de las novedades es la renovación de la gama de zapatas intercambiable. La ahora antigua serie 3000, aparecida en 1993, se ha visto renovada con la nueva serie 3002, incompatible con aquella. No sabemos si este peliagudo punto es debido a un tema puramente ingenieril o mas bien una estrategia de mercado. Aunque en el mundo de los flashes no es algo común el sistema de zapatas entre los diferentes fabricantes (tan solo Metz, Sunpak y algún otro fabricante las ofrecen), cambiar de "montura" siempre duele, cosa que saben muy bien los usuarios mas veteranos de cámaras Canon y Minolta, por ejemplo. El cambio de zapata, eso si, ahora es mas ¿moderno?. Me explico: si antes para cambiar la zapata había que girar 90 grados el cabezal, empujar un desbloqueo y tirar de la zapata, ahora se pulsa el botón de desbloqueo, que se encuentra escondido bajo la tapa para el compartimiento de las pilas.
El acceso a las funciones avanzadas se efectúa de forma sencilla:
se pulsa el botón "select" y secuencialmente vamos viendo
en pantalla la función que podemos activar o desactivar con el
dial. Las funciones son las siguientes: zumbador de aviso, tiempo para
apagado automático si no se usa el flash, luz de modelado, modo
de funcionamiento del zoom y bracketing de flash.
Conclusión ¿Qué se podía esperar del nuevo buque insignia del mas prestigioso fabricantes de flashes de reportaje, mas que una autentica bomba? Una vez mas, Metz confirma que sigue marcando la pauta a seguir, con aparatos muy avanzados en todos los sentidos: electrónica puntera, ergonomía muy acertada, versatilidad y compatibilidad fuera de serie y, como no, un reparto de luz muy por encima de la competencia. Un flash Metz no produce un viñeteo como otros modelos (no necesariamente inferiores en precio) que dejan las esquinas subexpuestas incluso más de 1 paso y medio. Si además le añadimos un precio muy competitivo, a eso se le llama fabricar un producto redondo.
|
||||||||||||||||||||