LEICA TRI-ELMAR |
Texto y fotos: Hugo Rodríguez. Es curioso que sea Leica la que de nuevo nos sorprenda con este innovador objetivo que, aunque ya lleva algún tiempo en el mercado, no deja de ser sorprendente. Se trata de el único objetivo intercambiable del mundo con 3 distancias focales, no zoom. Es cierto que existe alguna cámara compacta con 2 o incluso 3 distancias focales, pero, sus ópticas ni son intercambiables ni tienen la calidad de ésta que ahora analizamos. Características Se trata de un objetivo compacto realizado en metal, como de costumbre en la marca, y disponible para las cámaras de la serie M (M6, M4,...). Su acabado lo podemos encontrar en negro o en aluminio. Su peso es de 340 gr y su abertura constante de f:4 en todas las distancias focales. Como su propio nombre indica, lleva dos lentes asféricas una de ellas situada en el primer grupo de elementos- que se encargan de reducir la distorsión y las aberraciones en imágenes monocromáticas. Tiene 3 aros que sirven para regular la distancia de enfoque, la focal y el diafragma. Todos ellos están bien diseñados aunque se echa en falta la escala de profundidad de campo, que por otra parte es justificable en cierta medida, debido a la dificultad de incorporar una escala útil para las 3 focales. De todas formas no es tan complejo de realizar, muchos objetivos antiguos lo llevan... El aro de focales tiene un pequeño problema y es que en principio resulta poco intuitivo, pues las focales no están dispuestas en orden ascendente o descendente como cabría de esperar- sino que a los lados están 28 y 35mm y en el centro encontramos la de 50mm, es decir, así: 35mm 50mm 28mm. Montado en una cámara de la serie M podemos ver en el visor que al cambiar la focal, cambian las marcas de encuadre para ajustarse a la focal en curso, salvo con la de 28mm, que como muchos ya saben, no se pueden mostrar puesto que el visor no muestra más que hasta 35mm, salvo en el caso de la nueva M6 de 0,72 aumentos de visor que sí que muestra el ángulo cubierto hasta en 28mm. Por tanto, este objetivo donde mejor está es en una M6 0,72, aunque se puede manejar uno casi perfectamente con el resto. El Tri-Elmar lleva además un parasol incorporado para evitar la entrada de luz que no forme imagen y no produzca pérdida de calidad ni de contraste, lo que añade un valor extra por si fueran pocos los méritos que posee. Este objetivo ha recibido el premio TIPA 98-99 al mejor objetivo para cámaras de 35 mm, que se lo ha ganado gracias a su innovador concepto y diseño y a su buena calidad óptica. No sólo sus característica son muy interesantes, su acabado y presentación están a la altura: viene en un estuche de piel fina de muy buena calidad y cuenta con garantía de 5 años, más que suficiente para cualquiera, aunque muchos confían en que dure mucho mas. En el diseño óptico de este peculiar objetivo se han introducido 5 elementos fabricados con vidrio de alto índice de refracción, y gracias a ello la nitidez y el contraste son buenos incluso a plena abertura en cualquiera de la focales. También se han reducido o casi eliminado la curvatura de campo y el viñeteado con lo que en la práctica son despreciables. Conclusión Se trata de un objetivo que encaja muy bien por no decir que casi define- con la filosofía de las Leica M: equipos de alta calidad, gran versatilidad, dimensiones compactas y las prestaciones esenciales; todo para poder fotografiar desde dentro de la acción sin ser percibido. Si esto con un objetivo de 35 o 50mm montado sobre un cuerpo M ya permitía bucear por el "meollo", con un objetivo que tiene estas 2 focales y otra más reunidas, imagínense...
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