HEXAR RF: COMPETENCIA
PARA LA M6
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Texto y fotos: Hugo Rodríguez. Profesor de tecnología. Muy pocas veces tendremos la oportunidad de contemplar cómo una empresa saca al mercado una cámara de unas características tan sabrosas como la Konica Kexar RF, muy similar al conocidísimo modelo M6 de la casa Leica, pero añadiendo muchas e interesantes modificaciones. Tan similar es, que la montura del objetivo es virtualmente idéntica!. Envuelta en una caja de terciopelo rojo con un interior de seda roja, no puede uno esperarse mas que cosas buenas de ella. Todo ello con una calidad de fabricación y acabados que poco tienen que envidiar al modelo de Leica. El cuerpo El cuerpo de la Konica Hexar RF es un una delicia en las manos. Construido totalmente en metal y con mucho titanio, infunde una robustez fuera de lo normal. Sus líneas son sobrias y elegantes como otras cámaras de su clase y se encuentra disponible en colores negro o aluminio. Tiene un peso considerable pese a lo pequeña que es, lo que demuestra que se trata de una cámara seria para fotógrafos que saben disfrutar de lo exquisito. Sus dimensiones y diseño son muy similares a su homóloga, la M6. Se trata de una cámara de telémetro de base amplia con obturador planofocal de recorrido vertical y exposición manual y automática. Las partes frontal y posterior del cuerpo están forradas de caucho rugoso que mejora el agarre del cuerpo y le confieren un aspecto profesional. El chasis principal está hecho de una aleación de cobre-siluminio y aluminio fundido y las cubiertas externas en titanio macizo. A los mandos En la parte superior tiene 2 diales más el botón disparador. El situado más al exterior es el disco de velocidades, que ya sorprende a primera vista por su velocidad máxima de 1/4000 de segundo y la velocidad sincro - marcada en rojo- a 1/125, lo cual no es nada común en su segmento sino que mas bien está a la altura de las réflex de gama alta. Semejantes velocidades de obturación se obtienen gracias a su obturador de recorrido vertical con cortinillas de carbono y duraluminio. Tiene posición "B" como es lógico. Además el disco tiene dos posiciones más para dar paso al automatismo de diafragma: son las posiciones "AE" y "AEL". La primera es el automatismo corriente y la segunda es igual a la primera pero añadiendo un bloqueo de la exposición en el momento en que se pulsa a la mitad el botón de disparo. El disco está correctamente diseñado y se puede manejar con el pulgar de la mano derecha sin problemas y sin tener que apartar el ojo del visor. Además, al colocar el disco en modo automatismo de diafragma, éste se bloquea, pudiendo desbloquearse al pulsar el botón que lleva en el centro del mismo. El otro disco nos permite seleccionar la sensibilidad
(desde un ISO 6 hasta 6400 en tercios además de código DX) y la compensación
de la exposición (desde +2 hasta -2 en tercios). Para utilizar esta última,
tan solo hay que girar el disco hasta la posición deseada, y para cambiar
la sensibilidad hay que levantarlo para poder girarlo. Como se puede ver,
no puede ser más sencilla de manejar. Pasemos al frontal. Sin ningún tipo de dudas, lo que más ha sorprendido de ésta cámara es su montura para objetivos...¡es igual que la de Leica!. Tanto es así que se pueden montar objetivos Leica en esta cámara y tanto el telémetro como las marcas de encuadre funcionan a la perfección. Y no sólo eso, también se pueden montar los excelentes objetivos Hexanon sobre un cuerpo Leica. El que un fabricante utilice la montura del objetivo de otro fabricante, es algo que muy raramente ocurre en el mundo de la fotografía, pero bien mirado esta simbiosis puede ser una ventaja para ambos fabricantes, pues así pueden vender más productos. Junto a la ventana del visor, encontramos otras dos ventanas más pequeñas que son parte del sistema del telémetro y de la visión de las marcas de encuadre en el visor. Bajo el visor hay una palanca que nos permite ver en el visor las marcas de encuadre de otras distancias focales disponibles con los otros objetivos Hexanon. En posición vertical muestra las marcas de 50 y 75mm, tirando de ella hacia dentro, cambian las marcas de encuadre para mostrar las de 28 y 90mm y tirando hacia fuera muestra las de 35 y 135mm. Puesto que Konica no tiene en catalogo por el momento objetivos Hexanon de 35, 75 y 135mm, suponemos que tal vez ha puesto estas marcas pensando en objetivos de otro fabricante... La carga de la película se hace de la manera habitual,
con la tapa estandar, es decir de manera diferente al sistema Leica en
el cual hay que abrir la cámara por debajo e introducir el carrete desde
aquí. El de la Hexar RF es, desde luego, un sistema más común y cómodo. El visor El visor de la Konica Hexar RF es de una calidad incomparable. Tiene una claridad de visión y una luminosidad encomiables además de corrección automática de paralelaje. La visión que ofrece es similar a la de un objetivo de 28mm, y tiene -eso sí- una distorsión de barril apreciable. El punto de visión es elevado y las marcas se aprecian perfectamente. Una de las características más relevantes es que muestra la velocidad de disparo seleccionada tanto manualmente como en prioridad de diafragma, pero sólo en el margen comprendido entre 1/ 4 y 1/4000 de segundo. La doble imagen del telémetro se ve perfectamente y tanto la precisión de enfoque como la facilidad de uso del sistema es muy alta con lo que se puede decir que no tiene nada o casi nada que envidiar a su homólogo de la M6. En el modo manual aparece fija la velocidad seleccionada
y parpadeando la que produciría una exposición correcta con el diafragma
seleccionado. Objetivos Para redondear un producto tan redondo, solo hacía falta acompañarlo de unos buenos objetivos. Y eso han hecho los señores de Konica, los M-Hexanon 28mm f/2,8, 50mm f/2 y 90mm f/2,8. Todos son de construcción metálica -no podía ser menos- , manuales, con escala de profundidad de campo y salvo el 28mm llevan parasol incorporado retráctil (una de las características que más se agradecen en cualquier objetivo). Tanta es la confianza que Konica ha puesto en
estas pequeñas maravillas, que muestran las curvas MTF en el catalogo
publicitario de la cámara, algo que muy pocas marcas se atreven a publicar.
En ellas se puede ver que el rendimiento es muy bueno en el 28mm y el
50mm y sin duda excepcional en el 90mm. Como se puede uno imaginar, el
28mm es de construcción simétrica - puesto que la cámara no es réflex
- con lo que se supera fácilmente la calidad de los angulares ofrecidos
por las cámaras réflex, que tienen un diseño retrofoco de menor calidad. Conclusión Nos encontramos ante una cámara que va camino
de convertirse en una cámara de referencia en el exclusivo mundo de las
cámaras de telémetro. Es una cámara que ofrece, a un precio muy razonable,
una calidad de fabricación y unas prestaciones tanto mecánicas como ópticas
fuera de serie, y además abre las puertas a los usuarios que desean disfrutar
de los extraordinarios objetivos Leica, pero no alcanzan a comprarles
su montura original (una Leica M6). Su precio asequible, su robusta construcción,
su compatibilidad con objetivos Leica, y sus buenas prestaciones la convertirán
en preciado objeto de deseo para los aficionados avanzados y profesionales.
Enhorabuena a Konica: excelente idea, y excelente cámara. |