A primera vista ColorMunki parece un calibrador más, como otros modelos existentes, pero un examen más detallado revela que, aunque el aparato es en esencia similar en funciones a resto, se ha concebido con una idea muy clara en la mente: la facilidad de uso tanto en lo relativo al hardware como al software, cosa que lo desmarca del resto.
En un primer artículo vimos cómo puede crear perfiles de impresora; ahora veremos qué tal se desempeña con la calibración de un monitor.

El calibrador XRite Colormunki

Y es que, si hay algo en lo que un usuario de a pie piensa en primer lugar cuando le hablan del color en términos técnicos es en la palabra "complicado". En efecto, el mundo de la gestión del color es -no lo voy a negar- complejo, pero si a eso le sumamos el hecho irrefutable de que la informática, aunque está mejorando mucho, sigue siendo complicada -y a veces absurda-, el resultado es que la tarea de calibrar un monitor o crear el perfil de una impresora acaba siendo bastante difícil sin ayuda externa. Todo ello suele provocar, por ejemplo, que una vez se ha terminado el proceso de calibración de un monitor y uno ya supone que todo está correcto, si no hay un programa que cargue esa calibración cada vez que arranca el ordenador, no habrá servido de nada, porque dejará de funcionar la próxima vez que se inicie el ordenador. Y no es que la calibración esté mal hecha, sino que a veces la informática es así.
Con el software del "munki", los ingenieros de X-Rite han puesto la máxima atención en estos detalles, procurando no incurrir en absurdos, que tanto "daño" hacen a la gestión del color y a su buen funcionamiento.

El aparato

Pero, ¿que es el colormunki? ¿para que sirve? Es un espectrofotómetro digital de precisión con luz incorporada, capaz de medir en diversas condiciones: emisión (para pantallas de monitor y de proyector), reflexión (para copias impresas) y luz ambiente. Con él se pueden calibrar y generar perfiles de los siguientes dispositivos:

Esto permite conseguir el ansiado "WYSIWYG" (What You See Is What You Get, lo que ves es lo que tienes), que viene a decir que el color que se aprecia en pantalla es idéntico al que va a quedar impreso. Esto es algo que todos hemos dado por supuesto la primera vez que nos hemos sentado delante de un ordenador, pero la cruda realidad se ha encargado de demostrarnos que no es tan sencillo...
Con la ayuda de colormunki, será posible tanto calibrar la pantalla y la impresora como conseguir que la primera muestre los colores que acabarán en impresos en el papel.
Existen dos versiones del calibrador: la Photo, de color negro, especial para fotógrafos y la Design de color blanco, especial para diseñadores.

La caja del colormunki es pequeña en comparación a las de otros calibradores, debido a que, a diferencia del resto, el munki no tiene accesorios aparte; los lleva todos integrados, lo cual es una excelente idea. Dentro de la caja se encuentra el calibrador, su funda de transporte, un escueto manual impreso y el cable de conexión USB.

El munki con su funda, necesaria para calibrar monitores.

Instalación

La instalación del software es la parte menos gratificante, mas que nada porque aparte de instalar una buena cantidad de componentes (en Windows se instalan Java2, Microsoft .NET v3.5 y todos los componentes de ColorMunki) que en total suman la nada despreciable cantidad de 280 MB en el disco, la instalación es muy lenta, aunque he podido comprobar que no es "culpa" del software de colormunki propiamente, sino del componente .NET comentado. No deja de ser sorprendente que en el cd-rom que viene en el paquete no hay más que un enlace para descargar el software de Internet. La verdad es que, para eso era mejor dejar una pequeña tarjetita que dijese "descarguese el software de aqui", ¿no?

Nota: La versión del software probada para el artículo es la 1.0.1

Aparte de los componentes necesarios ya comentados, se instala lo siguiente:

Una vez instalado, es imprescindible activarlo a través de Internet para que funcione, cosa que, por cierto, solo puede hacerse en tres ordenadores diferentes como máximo.

ACTUALIZACIÓN JUNIO 2009: XRite ha eliminado esta restricción desde la versión 1.05 del software, disponible desde XX..

Al ejecutar el programa, de una apariencia muy agradable y aspecto sobrio, se abre además una ventana de bienvenida desde la que se puede acceder a explicaciones acerca del calibrador, de los programas incluídos y de la gestión del color. Son breves explicaciones, pero bien hechas y traducidas al español.

Pantalla de bienvenida y de acceso a la ayuda.

Ventana principal de ColorMunki Photo.

Calibrando la pantalla

Veamos el proceso de calibración del monitor. Una vez se entra en este apartado, se puede escoger entre calibrar una pantalla TFT de escritorio, un portátil o un proyector.

No se ofrece la opción de monitor CRT (monitor de tubo, vaya), aunque todavía muchos usuarios tienen este tipo de monitor, pero también puede calibrarse. De hecho, sigue exactamente el mismo proceso que para TFT, lo cual no es lo más recomendable, pero puede servir. Una vez escogida la pantalla, se escoge el modo de hacerlo (sencillo o avanzado):

y si se escoge el avanzado aparecen algunos parámetros importantes (conviene activar el primero sobre todo):

así como el punto blanco:

En este punto de he criticar que la diferencia entre el sencillo y el avanzado es mínima (concretamente, que se activan las funciones que acabo de mencionar) y que ni siquiera en este modo se puede ajustar finamente la tonalidad del blanco del monitor a través de sus controles RGB, cosa que impide sacarle todo el jugo. En mi opinión, resulta un modo avanzado un tanto sencillo...


ACTUALIZACIÓN JUNIO 2009: He decidido enviar una carta a XRite España informando de mi opinión sobre el munki y, concretamente, de algunas de las pegas del software de este calibrador que comento en este artículo y... me he llevado una muy grata sorpresa al ver que ha salido la versión 1.1 del software en el que me han hecho caso en algunas de mis sugerencias y han corregido algunos inconvenientes. En este punto, ahora permite elegir el brillo del blanco en candelas.