Este tutorial enseña cómo hacer una calibración del monitor razonablemente buena por software. Después del anterior tutorial sobre calibración, de haber consultado otros tutoriales, revisado diversos programas y calibrado muchos monitores, tanto por software como con la ayuda de aparatos especializados (conocidos como calibradores de pantalla o espectrofotómetros de emisión) me he decidido a actualizar la pagina de calibración. El resultado es este tutorial que ahora ves que, posiblemente, es el más completo, claro y mejor ilustrado que se puede encontrar en todo Internet acerca de cómo se calibra un monitor.

 

Además de este tutorial, si quieres aprender a calibrar tu monitor he preparado videocursos en los que podrás verme calibrando el monitor paso a paso con diversos modelos de calibrador. Si quieres profundizar más, te ofrezco también, mi libro Calibrar el Monitor.

¿Quieres saber más? Echa un vistazo al cuarto título de la colección BIT&PÍXEL: CALIBRAR EL MONITOR, el único libro que aborda específicamente este tema.

 

Calibración y caracterización

Quizás lo primero que conviene aclarar es la diferencia entre estos dos conceptos. Cuando se ajusta un monitor se dice frecuentemente que se "calibra", aunque lo que realmente se hace es calibrar y caracterizar, que son cosas diferentes. El caso del monitor es tan especial que no se concibe una calibración sin una caracterización, así que siempre se hacen juntos.

Calibrar, según una de las definiciones, es dejar un dispositivo en su estado óptimo de funcionamiento. Calibrar es necesario porque todos los aparatos comienzan a cambiar ligeramente su funcionamiento a medida que se usan. Por ejemplo, con el volante recto, un coche poco a poco deja de ir recto y con el acelerador a fondo, va dejando de entregar esos 100 caballos que prometía la publicidad. Un monitor, con el tiempo, va teniendo un blanco que cada vez es menos blanco debido al desgaste de los fósforos y su gris medio cada vez se parece más a cualquier cosa menos a un gris medio. Calibrarlo es reajustar sus principales parámetros para conseguir que, día tras día, se mantenga prácticamente igual: en estado óptimo.

¿Qué se puede calibrar en un monitor?. Los parámetros a calibrar son los siguientes:

1- La luminosidad del blanco. Es lo que se conoce como la ganancia y se ajusta mediante el mando del contraste.
2- El nivel de negro. Es el paso más difícil de todos y es el voltaje mínimo de la señal que se envía a la pantalla. Se ajusta con el mando del brillo.
3- La gamma, o curva de respuesta. Para ajustarla, hay que hacerlo a través de los ajustes de la tarjeta gráfica (se debe a que realmente no se calibra el monitor, sino que se reajustan parámetros en la tarjeta gráfica). Normalmente conviene hacerlo para cada cañón.

Caracterizar es crear un perfil de color que describa las características tonales del dispositivo concreto, en este caso del monitor. Para ello, hay que medir varios aspectos del mismo, como la pureza del blanco, el color de los primarios (rojo, verde y azul) o la curva de respuesta (gamma).
La mayoría de programas (software) y calibradores (hardware) permiten calibrar y medir para poder crear un perfil del monitor. La gran diferencia entre ambos es que en los primeros se ajustan pero no miden algunos parámetros (como la gamma), mientras que en los segundos se ajusta y posteriormente mide.

Con ambos procesos combinados conseguiremos ajustar un monitor. Y, ¿para qué sirve exactamente eso?. Pues para dos cosas:

1- Para que el monitor se comporte en todo momento igual.
2- y lo más importante, para poder confiar en lo que vemos en él. Confiar quiere decir que podemos estar seguros que la imagen que estamos viendo ES exactamente como la estamos viendo. Y lo mejor de todo es que si nos vamos a otro ordenador que también tenga el monitor calibrado, se verá perceptualmente igual. Eso quiere decir que, aunque no será exactamente igual (porque son monitores distintos con características tonales distintas) la sensación es que se ve exactamente igual. Solo si los colocamos uno al lado del otro podremos apreciar las diferencias entre los dos. Eso se produce porque nuestro sistema de visión se adapta al medio. Si estamos delante de uno de ellos, nos adaptaremos a su punto blanco al igual que si nos vamos al otro. Si ponemos los dos juntos, no nos adaptaremos a los dos a la vez y veremos las diferencia entre ambos. De todas formas, si están bien calibrados, las diferencias serán muy pequeñas.

¿Para qué no sirve calibrar?. Esta pregunta viene muy bien para acabar con algunos mitos que muchos creen ciertos.

1- No sirve para ver directamente los colores de las copias impresas, tanto si es en el laboratorio como en la impresora casera. Para eso están los perfiles de color del laboratorio o impresora.

NOTA: Este tutorial está enfocado a calibrar monitores CRT (de tubo) y no TFTs. Aunque los TFTs no son muy adecuados para la manipulación precisa de imágenes, se les pueden aplicar algunos de los puntos que explico. No recomiendo usar monitores TFTs para la manipulación precisa, porque no se puede confiar en ellos. Si nos ponemos delante de uno y desplazamos la cabeza arriba, abajo o a los lados, podremos ver cómo cambia la reproducción tonal. Con perdón de algunos, la solución de mantener la cabeza exactamente alineada en el centro de la pantalla me parece una tontería. ¿Quien aguantará así más de dos horas?.

Pasos previos a la calibración

Antes de comenzar a ajustar el monitor conviene revisar ciertos detalles.

 

Iluminación de la sala

Lo primero es cuidar la iluminación de la sala.
Creer que la iluminación no afecta en absoluto o no tiene nada que ver es tan absurdo como pensar que un coche corre igual sobre asfalto que con barro. El entorno AFECTA al monitor y debe cuidarse para poder luego confiar en lo que el monitor nos permitirá ver.
No existe de momento una normativa ISO clara y fiable al respecto, aunque parece ser que está en camino. Según dicen las mejores recomendaciones actuales, la iluminación debe mantenerse en un nivel de entre 32 y 64 lux. Para ajustar este nivel, se podría usar un luxómetro, pero imagino que nadie se comprará uno solo para eso. Por cierto, son baratos (unos 30-40 euros) y los venden en tiendas de electrónica. Otra forma de determinar ese nivel de iluminación es con la propia cámara o, mejor aún, con un fotómetro de mano. Deberemos conseguir que la iluminación se sitúe a unos 4 EV, que equivale a unos 40 lux. Una lectura de 4 EV es equivalente a 1/2 f/2.8 para ISO 100, así que esto último es lo que hay que conseguir.

También es importante tener las luces de escritorio apuntando a la pared que tenemos enfrente (es decir, detrás del monitor), de forma que no inciden sobre la pantalla en ningún caso. Por eso, lo habitual es apagar la luz de la sala, cerrar (o entornar) las persianas y encender la luz de escritorio.

 

Viseras

Para mejorar el resultado, conviene, por encima de todo, que la luz no incida directamente en la pantalla. Esto es lo más importante, y unas viseras ayudan increíblemente, como podrás comprobar en mi tutorial acerca de cómo construir unas.

 

Resolución y refresco

Otros factores que pueden variar muy ligeramente la respuesta tonal, aunque parecen no tener nada que ver, son el refresco de la pantalla y su resolución.

De hecho el refresco es un parámetro que influye especialmente en la comodidad de visión. Un refresco mal ajustado o sin ajustar estará seguramente a 60 hercios y provocará que sufras molestias oculares o dolores de cabeza al cabo de una hora de trabajar delante del ordenador. Para evitar esto conviene que esté como mínimo a 75 Hz y mejor aún a 85 Hz.
Cambiarla es sencillo: haz clic derecho en algún lugar del escritorio y pincha en Propiedades, luego ve a la pestaña Configuración y haz clic en el botón Opciones avanzadas. Ahora haz clic en la pestaña Monitor y allí, elige el valor más adecuado:

Pulsa Aplicar para probar la nueva configuración y Aceptar para retornar a la ventana de configuración de pantalla. Aquí puedes ajustar la resolución que, bien escogida, aumenta la productividad y la definición de la imagen que se muestra. Así pues, asegúrate de escoger la resolución que más te agrade. En la siguiente tabla tienes tanto las resoluciones que habitualmente se suelen usar en la mayoría en entornos de oficina (columna "habitual") y las recomendadas para imagen ("recomendado"):

Monitor CRT de Tamaño habitual/resolución

Tamaño
recomendado/resolución

15" 800x600 72ppp 1024x768 91ppp
17" 1024x768 80ppp 1152x864 90ppp
19" 1152x864 80ppp 1280x960 89ppp
21" 1280x960 87ppp 1400x1050 87ppp

Como ves, la recomendación se resume en ajustar el monitor a una resolución de unos 90 ppp y no 80, porque así se consigue mayor definición y espacio para trabajar.
Por cierto, si todavía piensas que todos los monitores trabajan a 72 ppp, estás equivocado. En mi curso básico de imagen digital aclaro éste y otros temas. Échale un vistazo y lo entenderás. Ah!, y si quieres de paso, ajustar Windows para que vaya "fino" como la seda, mira mi tutorial de optimizar el trabajo con Windows 2000/XP.

 

 
 

 

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