NIKON F3 Titanio

Algún día tenía que pasar por esta sección una de las grandes clásicas de las últimas décadas, La famosísima Nikon F3 en su versión de lujo: en Titanio. Aunque realmente no se trata de un cuerpo de titanio, desengañémonos, es tan solo un "titanizado", un baño exterior de este material, que embellece y da "clase" a esta popular cámara.

El cuerpo

Como en cualquier buena clásica que se precie, el metal es el principal ingrediente del chasis, en este caso es una aleación de cobre y aluminio que, según Nikon, es extremadamente resistente a la corrosión y a golpes y tiene un grosor mínimo de 1,4mm, grosor que se ve aumentado hasta 2 mm en la parte de la montura.
El obturador es de control electrónico y junto con el de la F2 son los únicos con cortinillas de Titanio (ahora sí) enrollables, cosa muy sorprendente puesto que no es fácil diseñar cortinillas de metal flexibles a la vez que fiables y duraderas. Pero una de las características de la F3 que más gustan a los profesionales es que conserva una velocidad totalmente mecánica para cuando las cosas se ponen feas.
Si abrimos la tapa trasera nos llevaremos una grata sorpresa: encontramos unas largas, anchas e impecablemente mecanizadas guías de película, un rodillo extra para conseguir una alta planeidad de la película y un excelente acabado en general.
El diseño es bastante lógico, ergonómico y los mandos se encuentran en general bien situados y dimensionados. Se ve una cámara perfilada con líneas elegantes a la vez que funcionales y el culpable no es otro que el famoso diseñador italiano Giugiaro.

A los mandos

Comenzando por la parte superior derecha, tenemos el disco de velocidades, que está fantásticamente diseñado: tiene un buen diámetro, es suficientemente alto y de giro suave y preciso, lo que le permite ser manejado con el índice de la mano derecha sin más, cosa que debería ser básica en cualquier clásica y desgraciadamente no lo es. El rango de velocidades va desde los 8 segundos hasta 1/2000 de segundo, sincro a 1/80, posiciones B y T, automatismo de diafragma (A) y posición X. Las posiciones A y X llevan un bloqueo que impide desajustes accidentales. Cuando se coloca la posición X, se ajusta una velocidad de 1/80 a diferencia de la velocidad de 1/60 marcada en rojo también en el mismo disco.
Concéntrica e integrada en el mismo disco tenemos una palanca, demasiado pequeña y poco fácil de manejar para mi gusto, que corresponde al autodisparador, de 10 segundos de retardo no regulable.
La palanca de arrastre, una de las más suaves que se han visto, tiene una "famosa" y considerable holgura que según confirmó la propia Nikon no es un defecto, sino que es así y punto. En la misma palanca, bajo ella para ser exactos tenemos otra palanca, tal vez algo pequeña y dura, que no otra cosa que el interruptor principal "on-off". Si no se enciende la cámara, el fotómetro no funciona y pero el obturador sí, aunque solo con la comentada velocidad mecánica a 1/60.
A un lado una pequeña palanquita permite efectuar cuantas exposiciones múltiples deseemos, y sin añadir al contador de fotogramas ni un solo disparo de más. Se desactiva automáticamente al disparar, con lo que hay que accionarla a cada disparo.
Al otro lado del pentaprisma encontramos, como es común, la palanca de rebobinado y el dial de ajuste de la sensibilidad, de ISO 12 hasta 6400 marcado en tercios. Y, como no, la polémica zapata de flash. Es una zapata exclusiva de la F3 (evidentemente no sigue la normativa ISO) que permite utilizar exclusivamente los flashes de Nikon diseñados para ella. Cuenta, eso sí, con sistema TTL.
Es un claro paso atrás el limitar una cámara así de esta manera, y con el agravante de que al colocar el flash tapamos la palanca de rebobinado. Asi pues, nos vemos obligados a retirarlo para poder realizar algo tan rutinario como rebobinar. Tan sólo con el accesorio AS-4 se pueden utilizar flashes estándar, pero a costa de perder el automatismo TTL. De nuevo nos hemos topado con uno de esos asuntos "peliagudos" que ni siquiera la propia firma quiere abordar: ¿por qué una zapata así? ¿Fue una metedura de pata o un arrebato de autoritarismo?. Afortunadamente la saga no ha continuado en las posteriores F4 y F5. Recientemente, y después de muchos años de espera, Nikon se ha decidido a sacar un accesorio similar a AS-4, pero compatible con el sistema TTL. Pero prosigamos con el análisis.
Mediante un pequeño botón al lado y girando el mismo dial de sensibilidades, podemos introducir compensaciones en grados de tercios desde -2 hasta +2 Evs, que increíblemente no tiene indicación alguna (ni siquiera de que está activada) en el visor. Error grave.
En la parte frontal del cuerpo, pocos pero bien pensados son los mandos que encontramos. En primer lugar, situado cerca de la parte superior, un botón grande y suave nos permite comprobar la profundidad de campo y una palanca concéntrica con éste, elevar el espejo, siempre y cuando aquél esté pulsado.
Debajo otra palanca, que a primera vista parece la del autodisparador, nos da acceso al disparo totalmente mecánico que comentábamos al principio y que la hace (casi) única en su especie. Mientras permanece pulsado el botón que este mando lleva en su centro la exposición se mantiene bloqueada en el modo prioridad de diafragma, claro está. Una pequeña ventanita rojiza incorpora el LED del autodisparador, muy cerca de la palanca de elevación del espejo.
Al otro lado de la bayoneta, tan sólo el botón de desbloqueo del objetivo y el conector para cable sincro de flash del tipo PC rompen la limpieza de líneas en el diseño de la F3.

Visor y sistema de medición

Como en sus hermanas de la gama profesional de Nikon, el visor es intercambiable, cosa que a muchísimos fotógrafos gusta. Asimismo muestra el 100% de la imagen, cosa que tampoco desagrada, vaya...
Además, tenemos a nuestra disposición 5 modelos de visores diferentes, y "solo" 14 pantallas de enfoque diferentes. El visor con el que viene equipada la F3/T es el HP o High Eyepoint, de elevado punto de mira, 25mm nada menos. Dentro del visor, podemos ver el diafragma seleccionado directamente en el anillo de diafragmas del objetivo -gracias a un minúsculo sistema de prismas y espejos- y la velocidad e indicaciones del fotómetro sobre una pantalla de cristal liquido que desgraciadamente también es diminuta y de difícil lectura, aunque disponga de iluminación propia que se conecta mediante un (diminuto de nuevo) botón rojo en la parte lateral del pentaprisma.
El sistema de medición de la F3 es TTL, y se encuentra bajo el espejo principal de forma similar a los sistemas de flash TTL. De hecho, el mismo sensor comparte ambas funciones. El tipo de medición que lleva la hace una cámara para profesionales, puesto que es un intermedio entre la ponderada al centro y la puntual y requiere buenos conocimientos sobre medición por parte del fotógrafo.

Conclusión

La F3 en esta singular versión en Titanio es una cámara de muy buena reputación y muchos adeptos, sobre todo entre los fotógrafos más veteranos. Lo tiene todo: manual, automático, cuerpo robusto, innumerables accesorios de todo tipo, gama de opticas extensísima, diseño, fiabilidad, versatilidad, y no se cuantas cosas más. Es una cámara casi redonda. Tan sólo la zapata para flash y la velocidad sincro un poco lenta desmerecen, aunque para ser un obturador de recorrido horizontal no está nada mal.

 

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