CONTAX RTS III: : El Diamante negro

No todos los días se ve una cámara como ésta. Sus prestaciones, innovaciones tecnológicas, ergonomía y su precisión son impresionantes, se mire por donde se mire. Y es que el gigante que está detrás, Kyocera, no es cualquiera cosa... Fotografiar con la CONTAX RTS III es como apostar sobre seguro; es como tener la seguridad de acertar a la primera siempre. Como podrá comprobar más adelante éstas no son palabras en balde.

El cuerpo

¡Como no!, de primerísima clase: La parte superior del cuerpo es de aleación de magnesio y aluminio, extrarrígido y ligero. La parte inferior, que alberga las pilas, es de titanio, que además de muy resistente es ultra ligero y todo el cuerpo de la cámara está formado por una sola pieza de aluminio troquelado inmensamente resistente al tiempo y de una robustez estructural asegurada por el diseño asistido por ordenador. Como colofón se ha anclado la montura del objetivo en 6 puntos en vez de los 4 convencionales. La sensación de gran robustez que infunde la CONTAX RTS III en las manos es sólo comparable a la de una roca.

Por otro lado, se han combinado sabiamente la electrónica y los tradicionales mandos de velocidad, ISO, compensador, etc. con una facilidad de manejo encomiable.

Altas Prestaciones

Después de estudiar todas y cada una de las características de esta joya, se queda uno tan perplejo que no sabe por donde empezar...

El visor, como no, cubre el 100% del fotograma y es de gran luminosidad y no tiene distorsión alguna. Lleva incorporado un corrector de dioptrías, un obturador de ocular para evitar mediciones erróneas cuando no miramos por el visor, y su punto de mira es elevado. La información en pantalla es muy completa, incluyendo velocidad/diafragma y además el tipo de medición, nº de foto, modo de exposición, compensación, etc.. Como novedad más sobresaliente, comentar que el pentaprisma de la RTS III es más grande, más luminoso y en definitiva, ópticamente superior a lo normal.

El obturador, a la altura del conjunto, cubre desde 1/8000 a 32 segundos, y la velocidad sincro se sitúa en 1/250. Como se puede ver, al máximo actual. Pero lo más sorprendente, es un pequeño detalle que puede pasar desapercibido, y es que la posición B o "Bulb" es ¡mecánica!. Así es, ni más ni menos que pensada para ahorrar pila, un buen detalle de los numerosos que esconde esta CONTAX.

Todos los mandos de la cámara, parecen haber sido diseñados por auténticos expertos: se acoplan a la mano con facilidad, están donde deben estar, tienen el tamaño adecuado, y se manejan suavemente, con precisión y seguridad. Tan sólo los botones del respaldo (que sirven para cambiar la fecha y la hora además de para activar o desactivar la impresión de ésta en la película) podrían ser un poco más accesibles, aunque, total, para lo que se usan... La impresión de la fecha u hora se sitúa entre fotograma y fotograma con lo que nunca estropea la foto, así que ¿para que desactivarla?.

Veamos los controles que encontramos en la parte superior de la cámara. El compensador de exposición en +/- 2 puntos junto al ajuste del ISO de la película y al sistema ABC o bracketing de exposición se encuentran reunidos en un único mando. Este último realiza una secuencia de 3 fotos sobre y subexponiendo permitiéndonos variar el grado de sub y sobreexposición. Por otra parte el botón disparador incorpora el interruptor on/off y el selector AEL, o bloqueo de auto-exposición, muy acertadamente diseñado. En un dial situado al lado del disparador (del principal, pues tiene un segundo disparador para tomas verticales) podemos seleccionar el modo de avance de la película (normal y ráfagas de 3 y 5 fps), la multiexposición ilimitada y el autodisparador. Otro detalle de agradecer es que el autodisparador nos ofrece 2 opciones de retardo muy acertadas: 2 segundos, ideal para suplir la función del cable disparador cuando no lo llevemos encima y 10 segundos, que es el normal.

Debajo de este mismo dial encontramos una de las cosas más sorprendentes de la CONTAX RTS III: la palanca de medición pre-flash TTL. Este sistema es realmente un flashímetro incorporado en la cámara que realiza una medición de flash sin exponer la película y muestra la desviación con respecto a la exposición adecuada para flash en la escala del visor, teniendo en cuenta todos los factores presentes en la toma de cada foto (filtros, etc...) asegurándonos una exposición perfecta en todos los casos. Este sistema es una innovación nunca antes vista en una cámara fotográfica y una muestra más de la filosofía absolutamente profesional de la RTS III, sin concesiones de ninguna clase.

Al lado izquierdo del pentaprisma está el mando de las velocidades y un selector con los 3 modos de exposición: manual y prioridad de diafragma y obturador más la posición B. Por último, lleva una pequeña pantalla digital que nos informa del nº de fotografías realizadas y de la carga de las pilas.

Más cosas...

A ambos lados del objetivo hay dos botones con sendas palanquitas, situadas las dos muy correctamente pues son cómodas de manejar. Pulsando el botón de la derecha (si se mira de frente a la cámara), se cierra el diafragma a su posición correspondiente para poder comprobar la profundidad de campo. Otro detalle: el mecanismo interno del diafragma es electromagnético, con lo que no hay que realizar esfuerzo alguno al pulsar el botón. Rodeando a éste botón tenemos el selector del modo de medición TTL, ponderada o puntual, abarcando la puntual un área de 3 mm de diámetro. En el visor podremos ver el modo de medición finalmente seleccionado. A la izquierda del objetivo está el botón de desbloqueo del objetivo y el mando de elevación del espejo, como no podía ser menos, y un segundo disparador que sólo sirve para activar el exposímetro, y que aunque a primera vista no parece tener una gran utilidad, resulta que para fotos "tranquilas" como el paisaje, es muy cómodo, pues podemos medir la exposición con la mano derecha en una posición más descansada.

El plato fuerte

Es sin duda alguna el sistema RTV o Real Time Vacuum o sea, el primer sistema del mundo que combina una placa cerámica de presión de la película de altísima planicidad y un sistema de mecanismo de vacío que pega literalmente la película contra la placa de cerámica, consiguiendo así que la planeidad de la película sea más elevada que en cualquier otra cámara. Este efecto se dejará notar más en fotografías con diafragmas abiertos y/o con objetivos de focales largas y aprovecha las excelencias de las ópticas CARL ZEISS más aun si cabe. El mecanismo, además, está libre de vibración, funciona a cualquier temperatura (incluso por debajo de –30 Cº) y tanto en ráfagas de 5 fps como en exposiciones de 32 segundos.

 

Las ópticas

El fabricante de algunos de los mejores objetivos del mundo es el encargado de complementar a las CONTAX. Para la prueba de la RTS III con la modelo que puede apreciar en éstas páginas he utilizado un Distagón 35mm f:2,8; un Sonnar 135mm f:2,8 y un Tele-Tessar 200mm f:3,5. La calidad de fabricación y acabado es muy alto en todos. Tanto el Sonnar como el Tele-Tessar llevan incorporado un parasol retráctil, muy útil en fotografía de exteriores y que además reduce el riesgo de reflejos incontrolados dentro del objetivo que sólo rebajan la calidad final. Todos ellos gozan de una calidad extraordinaria. El contraste es el adecuado y la distorsión muy baja, especialmente en el Distagón, asimismo la resolución es muy elevada. Difícil es no maravillarse con las ópticas Carl Zeiss, sin duda.

Todavía se podrían comentar unos cuantos detalles más de la CONTAX RTS III pero los problemas de espacio me impiden extenderme más. Sólo puedo terminar este artículo afirmando que la CONTAX RTS III es la réflex de 35mm profesional más profesional y valga la redundancia, que tenido ocasión de probar.

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