Las cartas de color son una herramienta
imprescindible para todo fotógrafo que busca una gran fidelidad
en la reproducción del color y de la gama de grises, como
bien saben los fotógrafos más expertos. En este artículo
veremos qué son y para qué sirven estas curiosas
herramientas.
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Página con color gestionado con perfiles ICC. |
Las cartas de color mas populares.
Desde hace bastantes años, los mejores fotógrafos
vienen utilizando herramientas que les permiten conseguir que, desde la
toma de la foto hasta el resultado final una vez impreso, haya muy poca
o ninguna variación de los tonos de la foto.
Y es que, cuando se necesita semejante precisión, no sirve con
dejar que el resultado venga dado "tal cual" porque nunca será
el esperado; si se quiere alta precisión es necesario controlar
y ajustar todos y cada uno de los elementos que intervienen en el proceso
de toma, edición e impresión para poder garantizar el resultado
esperado.
Aqui puedes ver cómo calibré una cámara digital usando
una carta IT8
se ha conseguido una reproducción de alta fidelidad de un dibujo
de Miro.
Cortesía de Marcelo
Isarrualde ©.
Normalmente los fotógrafos que más recurren
a estas herramientas son los que necesitan un gran control tanto de la
gama de grises como de la de color, así como de una fidelidad casi
perfecta con relación a la escena original. En este sentido, los
fotógrafos especializados en reproducción de obras de arte
o los de bodegón industrial y publicitario son probablemente los
mejores ejemplos.
Para los primeros, conseguir que la fotografía refleje fielmente
el aspecto y color de la obra original es tan importante que, en la mayoría
de los casos, si no se consigue este resultado, el cliente rechazará
el trabajo.
Para los fotógrafos de bodegón publicitario e industrial
también es esencial, ya que el cliente conoce perfectamente el
color de su producto y sabe muy bien cómo tiene que quedar sin
cambio alguno, aunque sea pequeño. Y aquí es donde entran
en juego las cartas de colores...
¿Qué es una carta de color?
Una carta de color es una herramienta que permite el
control preciso de un proceso fotográfico o de un dispositivo de
captura o de salida digital (como pueden ser una cámara o un monitor,
respectivamente). Las más conocidas son las que están construidas
sobre algún tipo de cartón como soporte, con parches de
color impresos encima.
Normalmente nos referimos a ellas como cartas de colores, pero no significa
necesariamente que sean únicamente de color, ya que existen algunas
que solo contienen grises (en este caso se trata de cartas o de cuñas
de grises). Por eso, para generalizar, podríamos decir "cartas
de control tonal" para englobar a ambas.
Estas cartas tienen un conjunto de "parches" de color o grises
cuidadosamente escogidos que están impresos sobre algún
tipo de soporte en papel que a menudo está pegado sobre una base
acartonada que las mantiene más o menos rígidas.
Detalle de la carta de color Colorchecker 24
¿Para qué sirven?
Las cartas de color sirven para conseguir un mayor control
sobre los resultados de un proceso fotográfico, tanto si es de
toma, como si es de tratamiento de la imagen o de impresión final.
Para hacer uso de ellas, típicamente se incluyen dentro de la propia
foto, junto al sujeto cuyo color es importante reproducir. Así
el fotógrafo tiene una referencia bien clara del aspecto real del
sujeto, y el retocador y el impresor, que también conocen la carta,
saben cuál debe ser el aspecto final de la imagen. Cuando se quiere
un control más preciso, se fotografía la carta sola para
comenzar un análisis y ajuste del proceso fotográfico.
Pero no todas las cartas de color han sido diseñadas para conseguirlo
de igual forma, con los mismos medios o con la misma calidad en el resultado
final.
Algunas de las más conocidas se han diseñado para ajustar
"a ojo" el proceso fotográfico, sin una gran precisión
en los resultados, pero de forma intuitiva. Un ejemplo podrían
ser las cartas de color Kodak Q-13 o la ColorChecker. Estas cartas se
usaban típicamente con procesos fotoquímicos y permitían
que tanto el fotógrafo como el técnico del laboratorio conociesen
cómo era el aspecto real del sujeto a reproducir y funcionaba relativamente
bien cuando todo el proceso era fotoquímico (se utilizaba película
en la toma y se positivaba manualmente con ampliadora). Pero con los procesos
digitales la cosa se ha complicado mucho más, ya que mientras que
todas las cámaras clásicas producían prácticamente
la misma respuesta de color si la película era la misma (ciertos
objetivos producían dominantes), todas las cámaras digitales
producen respuestas diferentes.
En cambio, otras cartas se han diseñado para usarse en combinación
con herramientas de gran precisión (como densitómetros,
colorímetros o espectrofotómetros) y conseguir un resultado
muy exacto, como ocurre con la IT8. Estas cartas se diseñaron específicamente
para usarse en procesos digitales y así poder conseguir un resultado
de una precisión que no se alcanzaba con el sistema fotoquímico.
Revisando una carta de calibración en el departamento
de impresión de EGM Laboratoris Color.
Gracias a estas cartas, se pueden generar perfiles de
color (también denominados perfiles ICC) que permiten que el color
de la imagen pueda viajar tranquilamente entre diferentes programas, monitores
o impresoras, manteniendo en todo momento un gran control sobre el mismo
y pudiendo preveer los posibles cambios incluso antes de que se produzcan.
Todo ello se puede conseguir usando una correcta gestión del color.
Las cartas para dispositivos de entrada sirven para calibrar y/o caracterizar
este tipo de dispositivos, es decir, escáneres y cámaras
digitales. Una vez terminado el ajuste, un fotógrafo puede afirmar
que consigue la mejor reproducción de color posible con su equipo,
y estará dispuesto para afrontar trabajos en los que la importancia
de reproducir el color con exactitud es total.
Fotografiando una carta de color IT8 de EGM para calibrar una cámara
digital.
Las cartas para dispositivos de salida sirven para
hacer lo propio (es decir, calibrar y/o caracterizar estos dispositivos,
consiguiendo la mejor reproducción de color posible) con impresoras
de todos los tipos, printers de laboratorio, monitores o proyectores digitales.
Tipos de cartas
Aunque hasta ahora me he referido a las cartas de color
como a cartulinas con colores impresos, en realidad existen cartas de
muchos tipos, que se pueden clasificar de varias maneras, tanto por su
uso, como por su naturaleza o el tipo de parches de color. Veámoslas.
Cartas de referencia.
Estas cartas se suelen utilizar como guía para
ajustar "a ojo" y no consiguen resultados de gran exactitud
si no se usan conjuntamente con algún aparato de medición,
como un densitómetro o un espectrofotómetro. Se usaban más
con la fotografía química que con la digital. Las más
conocidas son la Q-13 de Kodak o la Colorchecker de GretagMacbeth.
La Q-13 de Kodak es una de las más conocidas
aquí en España, principalmente porque se lleva usando muchos
años, ya desde la fotografía fotoquímica (la comúnmente
llamada analógica) era bastante popular. El paquete contiene dos
cartas: la gray scale, que es una cuña de grises positivada sobre
papel fotoquímico, y la de color, con dos tiras de diferente densidad,
conteniendo los 6 colores primarios, el blanco, el negro conseguido con
CMY y el negro de tinta negra. Ambas son cartas brillantes con base acartonada.
El pack de dos cartas Kodak Q-13
La escala de grises era muy útil a la hora de
hacer calibraciones de películas, especialmente en b/n y con la
ayuda de un densitómetro. La de color se usaba a menudo en situaciones
en las que se buscaba una reproducción de color fina, de forma
que el tecnico del laboratorio (que conoce esta carta) tenía un
referente universal sobre cómo debian quedar los colores de la
copia cuando en la propia imagen estaba presente la carta.
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